No tememos. Estamos alegres. Una buena noticia para todos. Nos ha nacido el Salvador. El Mesías. El Señor. Y con Él la paz.
Nos visitas. Quieres entrar y participar en nuestra vida. Venir para quedarte. Y yo quiero recibirte. Quiero formes parte de mi ser.
La mano del Señor está con nosotros. El siempre está. Solo falta confiar.
Quién somos nosotros para que la Madre de nuestro Señor nos visite? La Madre nunca se olvida de sus hijos, siempre está ahí.
Siempre hay futuro. Siempre hay sueños por cumplir. Dios promete y cumple.
Dios se ha dignado a quitar mi afrenta. Dios nos trata con cariño y con misericordia. Así es Dios.
Lo imposible, con Dios es posible. Lo que es increíble, es creíble. Dios es diferente.
Jesús tiene raíces. No viene de la nada. Ter genealogía es tener familia, tener historia,... No ser un extraterrestre.
Hacerse preguntas. Preguntas que cambian el corazón y transforman nuestros valores e ideales. Preguntas profundas. Respuestas en Jesús.
Lo que se anunció se ha cumplido. Es hora de vivir la llegada del Salvador. Es el momento, ya está aquí.
No escuchar, ir por la vida sordos. A tu manera y a tu ritmo. Ni escuchan, ni ven. Contempla al Señor que viene. Acógelo en el corazón.
Hay gente que es testimonio de vida para nosotros. Ejemplo. Son luces que iluminan nuestro camino. Déjate iluminar por ellos.
Descansar, aliviar. Necesitamos reeniciarnos, volver al principio, renovar fuerzas y decisiones. Volver al amor primero.
Dios cuida de nosotros, no quiere que se pierda ni uno solo. Te cuida, no dejes que te pierda.
Contemplar la vida nos hace asombrarnos. Cambia tu forma de mirar y de vivir. Asómbrate y veras cosas admirables.
Sin una mirada compasiva no podemos llegar al corazón. Lo primero es contemplar compasivos. De aquí nace toda llamada.
Creo en ti, Señor. Creo que puedes cambiar mi vida, Creo que puedes convertir mi corazón. Creo en tu poder, en tu gracia, en tu fuerza curativa. Creo, Señor.
Escuchar y poner en práctica. Esa es la recomendación. Primero escuchar, reflexionar, interiorizar… después ponernos manos a la obra.
Cuando uno vive con los pies en el suelo y palpa la realidad contempla la verdad de la vida. Un mundo necesitado de esperanza. ¡Cuánta luz en tanta oscuridad!
Contemplar la sencillez y lo humilde nos llena de alegría. Las pompas y boatos nos ciegan la realidad.