Cuando tenemos actitud de contemplación y acogida, lo diferente nos enriquece. Vendrán de oriente y occidente. Todos formamos el Reino de Dios.
Contemplar la sencillez y lo humilde nos llena de alegría. Las pompas y boatos nos ciegan la realidad.
Cuando uno vive con los pies en el suelo y palpa la realidad contempla la verdad de la vida. Un mundo necesitado de esperanza. ¡Cuánta luz en tanta oscuridad!
Escuchar y poner en práctica. Esa es la recomendación. Primero escuchar, reflexionar, interiorizar… después ponernos manos a la obra.
Creo en ti, Señor. Creo que puedes cambiar mi vida, Creo que puedes convertir mi corazón. Creo en tu poder, en tu gracia, en tu fuerza curativa. Creo, Señor.
Sin una mirada compasiva no podemos llegar al corazón. Lo primero es contemplar compasivos. De aquí nace toda llamada.
Contemplar la vida nos hace asombrarnos. Cambia tu forma de mirar y de vivir. Asómbrate y veras cosas admirables.
Dios cuida de nosotros, no quiere que se pierda ni uno solo. Te cuida, no dejes que te pierda.
Descansar, aliviar. Necesitamos reeniciarnos, volver al principio, renovar fuerzas y decisiones. Volver al amor primero.
Hay gente que es testimonio de vida para nosotros. Ejemplo. Son luces que iluminan nuestro camino. Déjate iluminar por ellos.
No escuchar, ir por la vida sordos. A tu manera y a tu ritmo. Ni escuchan, ni ven. Contempla al Señor que viene. Acógelo en el corazón.
Lo que se anunció se ha cumplido. Es hora de vivir la llegada del Salvador. Es el momento, ya está aquí.
Hacerse preguntas. Preguntas que cambian el corazón y transforman nuestros valores e ideales. Preguntas profundas. Respuestas en Jesús.
Jesús tiene raíces. No viene de la nada. Ter genealogía es tener familia, tener historia,... No ser un extraterrestre.
Lo imposible, con Dios es posible. Lo que es increíble, es creíble. Dios es diferente.
Dios se ha dignado a quitar mi afrenta. Dios nos trata con cariño y con misericordia. Así es Dios.
Siempre hay futuro. Siempre hay sueños por cumplir. Dios promete y cumple.
Quién somos nosotros para que la Madre de nuestro Señor nos visite? La Madre nunca se olvida de sus hijos, siempre está ahí.
La mano del Señor está con nosotros. El siempre está. Solo falta confiar.
Nos visitas. Quieres entrar y participar en nuestra vida. Venir para quedarte. Y yo quiero recibirte. Quiero formes parte de mi ser.
No tememos. Estamos alegres. Una buena noticia para todos. Nos ha nacido el Salvador. El Mesías. El Señor. Y con Él la paz.
Ganar para perder o perder para ganar. En la tarea del seguimiento la lógica es la de Dios.
¿Está el novio con nosotros o estamos aguardando a que venga?
En estado permanente de conversión. Siempre hay algo que cambiar. Convertirnos a Él.
El Espíritu nos guía... Y el mal no deja de tentarnos. Tenemos un compromiso con el Espíritu. iAgranda el Sí!
¿Donde está Dios? Cuando lo hicisteis con uno de estos los pequeños y débiles a mí me lo hicisteis, dice el Señor.
Para hablar con Dios no se necesitan muchas palabras solo sentir que Dios es Padre y decírselo con confianza.
Seguimos pidiendo signos a Dios después de siglos. Abre los ojos y los oídos, contempla, Dios está cerca de ti.
Cuántas gracias se pierden por no ser pedidas. Pedid y se os dará.
Ser mejor. Siempre creciendo. Reconciliado con aquel que estás distanciado. Así entrarás en el Reino de Dios.
Un hijo siempre mira al padre. Nosotros miramos a nuestro Padre. Ser mejores, crecer siempre, buscar la santidad, tener bondad con todos.
Cambiar, conversión, transformación. Cuanto más miramos, escuchamos a Jesús, o nos acercamos al Padre, más te pareces a El.
La verdadera justicia es que la medida que usemos con los demás, la usarán también con nosotros.
Despertar del sueño, y cumplir lo que el Señor le dijo. Eso hizo San José. Despierta y actúa. Feliz día del padre. Bendiciones.
El éxito no es el camino de Dios, sino la pequeñez y humildad. La cruz es camino de salvación.
La justicia de Dios, siempre al lado de los pequeños y débiles. Y seguimos sin querer verlo ni saberlo.
La piedra desechada es la piedra angular, la principal. Lo que nadie valora, lo pequeño, Dios y su mensaje es lo que llena el corazón.