La Acción Católica general se ha dotado de unos Estatutos aprobados por los Obispos en la Asamblea General de 2009, dentro de su proyecto evangelizador, que abarca espiritualidad, misión, formación y organización. Del 30 de Julio al 2 de Agosto, en la ciudad de Cheste (Valencia) habrá una Asamblea de Constitución de la nueva Acción Católica General a la luz del proyecto anteriormente citado y de los nuevos Estatutos.
En dicha asamblea participarán militantes de los tres sectores: niños, jóvenes y adultos.
Con la Acción Católica General las parroquias tienen un medio para conseguir los siguientes objetivos o fines:
Desde la Acción Católica general de la Diócesis de Albacete ofrecemos un cursillo para presentar la Acción Católica como cauce singular de la Iglesia para formar, organizar y acompañar a los laicos de nuestras parroquias y Diócesis.
El Decreto sobre la actividad misionera de la Iglesia (Adgentes Divinitus) dice al final del nº 15: para la plantación de la Iglesia y para el desarrollo de la comunidad cristiana son necesarios varios ministerios. Y cita expresamente las funciones de los sacerdotes, de los diáconos, de los catequistas y la Acción Católica.
La Acción Católica, siguiendo también al Concilio Vaticano II se caracteriza por las siguientes cuatro notas:
La Acción Católica por la cuarta nota goza de un vínculo peculiar con la Jerarquía y por eso no se presenta como una asociación más de laicos entre otras, sino que adquiere un valor oficial y público en la Iglesia, goza de una forma singular de ministerialidad eclesial.
¿Qué quiere decir esto último? pues que la Acción Católica, en sus diversas realizaciones tiene la vocación habitual de agrupar a los laicos de la Diócesis como organización que les articula de forma estable y asociada. La misma manera que la dinámica pastoral de la diócesis está organizada a nivel territorial en parroquias, así la Acción Católica tiene la vocación de agrupar habitualmente a los laicos de la diócesis (Cristianos Laicos Iglesia en el mundo nº 95).
Todo lo anterior surge de la misma teología de la Iglesia diocesana pues tiene la necesidad de estimular y asegurar su misión en el mundo por medio de los laicos. Lo específico que aporta la Acción Católica no es tanto el quehacer, sino el modo cómo realizar su quehacer en los fines y en el encargo que recibe del Obispo.
La Acción Católica es una bajo dos modalidades: