[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]D[/fusion_dropcap]urante la primera semana de Agosto, se ha celebrado en el Santuario de Cortes una actividad consistente en compartir unas jornadas con la familia, compartir el tiempo para realizar actividades de ocio tales como gymkhanas, juegos por equipos, talleres de manualidades, etc. También aprovechamos el entorno que nos brinda el Santuario y la Virgen de Cortes para realizar actividades de formación, con charlas y meditaciones, y trabajar los valores que queremos transmitir a nuestros hijos e hijas.

También nos vale para poner en común experiencias de todo tipo, que a las familias del siglo XXI se nos ofrecen como un reto y que hace falta tengamos las ideas claras sobre todos los temas que a nivel del ámbito educativo trabajamos.

La convivencia con personas de tres generaciones diferentes también es un valor que se trabaja a lo largo de todo el campamento, tanto en el campo del trabajo como en el del ocio, del esfuerzo, de transmisión de valores, campo este en el que el modo de vida tan alocado, no nos deja tiempo para realizarlo con normalidad, ya que no hay tiempo.

Por todo ello el tener “tiempo” para dedicarlo a la familia, sin más ambición de compartir con “los tuyos” esa sonrisa, esa caricia, ese cuentecillo del abuelo, esos juegos en la piscina con papá, esa receta de la abuela, esa conversación con tu padre, en definitiva hacer vida de familia.

También nos interesa mucho la transmisión de valores a los hijos y nietos, valores que en nuestra sociedad cuesta vivirlos, no están de moda, o simplemente cuesta vivirlos, valores tales como: el sacrificio como medio de lograr objetivos, el valor de las personas no por su poder y lo que poseen, sino por la dignidad de ser personas, el gusto por el trabajo bien hecho, el amor como motor de la persona, el no explotar al débil, la solidaridad bien entendida, el cuidado y respeto por los mayores, la defensa de la vida, la transmisión de la fe, etc.

Son valores sólidos para la formación de nuestros hijos, por ello dedicamos una semana al año a trabajarlos y a vivirlos en comunidad, con otros matrimonios y de ese modo nos tomamos unas vacaciones diferentes…unas “Vacaciones En Familia”.

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