21 de marzo de 2013

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El grupo parroquial de Teatro de Peñas de San Pedro sigue su particular “gira” de actuaciones representando “La Pasión”. Después del éxito cosechado en Peñas y en Torre-Pacheco, Murcia, el sábado por la tarde aterriza en la ciudad de Albacete a las 7,30 será en la Casa de la Cultura José Saramago y el domingo por la tarde a las cinco en el Teatro de la Paz. Para la siguiente semana, el Miércoles Santo está prevista la representación en Aguas Nuevas a las 9,30 de la noche.

Y todo para un buen fin, tres euros de entrada para ayudar a las Delegación de Misiones en sus proyectos de ayuda a los misioneros.

El grupo lo forman cerca de sesenta personas comprendidas entre los siete y cincuenta años, siendo la gran mayoría jóvenes estudiantes de instituto y universitarios. Muchos años representando La Pasión y lo hacen muy bien, respetando en todo momento los pasajes evangélicos.

Son jóvenes, no profesionales que se han juntado los sábados desde Navidad en la parroquia para, como nos dice Mario Navarro, integrante del grupo y que en la representación hace de apóstol Pedro, “transmitir que aun somos muchos los jóvenes que tenemos ideales y valores cristianos y seguimos queriendo compartir el tesoro del Evangelio y el mensaje de un Dios cercano a nosotros”.

Este año se han unido jóvenes de Pozuelo y la verdad que “ha merecido la pena. Nos hemos conocido más y es una forma de llevar juntos un mismo proyecto aunque seamos de diferentes lugares. Es una experiencia que nos ha enriquecido”, comenta Raúl García que hace de Pilato.

Todos los jóvenes hacen un gran papel. Antonio Sánchez, es joven trabajador, catequista y encarna a Jesús de Nazareth. Él es quien lleva el peso de la obra en la hora y algo que dura la representación. Ha sido un trabajo duro “pero ha merecido la pena. Queremos transmitir un Jesús alegre, humilde, sencillo, cercano. Un Jesús muy humano que entrega su vida por sus amigos. Un Jesús que confía en su Padre Dios y se abandona en sus manos”, comenta Antonio.

La Pasión es una obra que emociona y transmite valores humanos y cristianos. Los últimos momentos de la vida de Jesús reflejados desde la narrativa evangélica con ternura y cariño pero sin adornos envolventes ni estridentes. Una obra que apasiona y no deja indiferente a nadie. Una obra que tiene un guión realizado por la propia parroquia y basado en los evangelios. Una obra que ha sido creada por la parroquia y en la parroquia y que nada tiene que ver con otras obras que anteriormente se han realizado con gran éxito sobre la vida de Jesús. Es algo diferente basado en su integridad en los evangelios.

 

La obra es representada, el mensaje está lanzado. Ahora falta interiorizarlo, hacerlo vida. Para los jóvenes “ha supuesto una entrega mayor en la parroquia, un compromiso más responsable, una mayor renovación y formación. Nos motiva a seguir que la gente nos diga que les ha servido, que les ha llegado”, afirma Sara Fernández, joven catequista de la parroquia. Sólo con ver la ilusión, la alegría y el cariño con que lo están haciendo, el esfuerzo ha merecido la pena. El grupo parroquial juvenil ha aprobado con nota. Vayan y disfruten.