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1 de febrero de 2015

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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]l Movimiento de Vida Ascendente y la Asociación de Viudas Virgen de los Llanos celebran el día 2 de febrero la festividad de sus santos patronos: San Simeón y Santa Ana son los de Vida Ascendente, y La Candelaria, de la Asociación de Viudas.

Vida Ascendente tendrá su fiesta con una Eucaristía en la Parroquia de la Asunción, a las 17:00 horas, donde serán encendidas las candelas, que simbolizan la luz de Cristo, luz para alumbrar a cada hombre, a toda la humanidad. La Asociación de Viudas también lo hará con una Eucaristía, a las 13:00 horas, en la Parroquia de Franciscanos. A continuación, las viudas tendrán una comida de hermandad y visitarán a las más mayores que no puedan ir a estos actos.

Ambas agrupaciones tienen mucho en común, aun siendo cada una diferente: lo principal, que viven y transmiten la luz y la alegría del Evangelio a muchas personas que antes estaban como velas apagadas, descuidadas, tristes, sin ilusión, sin esperanza… y que en estos grupos han descubierto, con asombro y emocionadas, la alegría de vivir.

“En el caso de las viudas, te quedas como una vela apagada cuando pierdes a tu marido, pero cuando se tiene fe o vuelves a la fe, esa luz se va encendiendo hasta que ya te alumbra y, no sólo eso, sino que intentas hacer que los demás salgan del bache en el que están”, nos dice la presidenta de la Asociación de Viudas Virgen de los Llanos, Ascensión Cuenca.

“Hay quienes se encierran, en sí mismas y en su casa, pero tienen que salir –asegura Ascensión-. Yo les digo que salgan de casa, que vengan a la asociación y verán que no están solas. Siempre encontrarán aquí a una persona amiga, que les comprenda. Encontrarán amistad, cambiarán de carácter, de tener esa actitud tan negativa. Hacemos muchas cosas, muchas actividades culturales y tratamos temas de actualidad”.

Invitar a todos al crecimiento espiritual
Inmaculada Escribano es la presidenta de Vida Ascendente, un movimiento de la Iglesia formado por personas desde los 50 años de edad en adelante, que se acompañan y ayudan unos a otros en su crecimiento espiritual.

“Hay quienes creen que este grupo es para gente muy vieja o que se está preparando para morir. Pues nada de eso: es una equivocación enorme. Somos laicos que trabajamos por la Iglesia, llenos de vida. A mí, hay gente que estaba alejada de la fe y de la Iglesia y que me ha llegado a decir: ¡Cómo no te haría caso antes, con la falta que me hacía estar aquí!

En los grupos de Vida Ascendente, las personas encuentran una familia y la manera de crecer espiritualmente, desde la apertura a los demás y la amistad. “La gente está ligada a tantas cosas materiales: que si voy al baile de salón, luego a pilates, que si a senderismo… y la parte espiritual la han dejado. Y mucha gente también que se ha dejado llevar por los hijos… ¡han podido los hijos con ellos!, descuidándose totalmente”, señala Inmaculada Escribano.

“Pero nosotros, los laicos, tenemos que ser perseverantes e invitar a todos. Somos lapicerillos del Señor: es el Espíritu el que te ilumina y tú vas a esa persona, y respetuosamente, la invitas a venir. Te puede decir que no, pero puede decir sí, y es impresionante ver la reacción que luego tienen los que han dicho: sí”.

El Movimiento de Vida Ascendente tiene numerosos grupos en diversas parroquias de la Diócesis de Albacete, con más de trescientas personas en total. La Asociación de Viudas Virgen de los Llanos cuenta con más de doscientas asociadas.