14 de febrero de 2016

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Hablando con… Maribel Amo Soler, voluntaria de proyectos de Manos Unidas en Albacete

PREGUNTA. ¿Qué proyecto vamos financiar este año, en el día de la Campaña contra el Hambre?
RESPUESTA. El proyecto que vamos a financiar este año en la Campaña contra el Hambre es “La construcción de un internado para niñas” en Dhulkot, que es un pueblo aislado en una zona remota y montañosa a 65 kilómetros de Khandwa, en el estado de Madhya Pradesh, India Central. La población es tribal (los más marginados del país, fuera del sistema de castas). La zona en la que viven es muy precaria en vías de comunicación y viven en pequeños asentamientos, en chozas de barro. La tasa de escolarización es muy baja y el abandono escolar, sobre todo entre las niñas, es muy alto. Los niños van a trabajar al campo con sus padres o se quedan cuidan- do a los pequeños, sacrificando así su formación.

P. ¿Cómo es la situación en aquel país?
R. Pues depende mucho de la zona. India es enorme, como todo el mundo sabe, pero mayoritaria- mente las condiciones de supervivencia son muy duras. Los problemas sociales son de muy difícil solución con una población tan numerosa. El estado donde se ubica el proyecto es Madhya Pradesh, que significa “provincia central”, como su propio nombre indica está en el corazón geográfico del país. La capital es Bhopal. A pesar de que se supone que el Gobierno invierte fondos en educación, debido a la corrupción y la falta total de control por parte de la administración, las escuelas públicas en medios rurales no funcionan en absoluto.

P. ¿Qué objetivos se pretenden conseguir?          
R. Las hermanas dominicas gestionan una escuela en la zona con 600 alumnos, imparten enseñanza hasta 14 años en lengua vernácula. Para promover la escolarización de las niñas se puso en marcha un internado femenino, utilizando un antiguo dispensario que está en malas condiciones, este internado acoge actualmente a 75 niñas. Para poder ampliar a 100 el número de internas Manos Unidas construirá un edificio de una sola altura, con un patio central abierto. La aportación local al proyecto es de un 8% del coste total, más el plano de construcción y el presupuesto realizados por el arquitecto. El importe del proyecto es de 84.172 €.

P. ¿Quiénes se van a beneficiar?
R. Los beneficiarios directos son 100 y los indirectos 500.

P. ¿Qué otros proyectos tiene la delegación de Albacete para este año? ¿Cómo se van a financiar?
R. La delegación de Albacete tiene seis proyectos más este año: “Empoderamiento de mujeres y ni- ñas en 30 aldeas”, en India Central, “Construcción aulas y letrinas en escuela de secundaria”, en República de Benín, “Construcción salón multiusos”, en Assam, nordeste de India, “Equipamiento médico y ampliación de dispensario”, en Bihar, India, “Equipamiento laboratorio de dispensario rural”, “Programación y capacitación de mujeres víctimas de la prostitución”, Deli, India. Estos proyectos se financiarán con actividades como conciertos, Operación Bocata…

P. ¿De qué otras formas se puede colaborar con Manos Unidas?
R. Pues, haciéndose socio, o voluntario o las dos cosas. También mediante donativos a la ONGD.

P. Mirando al pasado año, ¿se atendieron todos los proyectos previstos?
R. Sí, los cinco proyectos asumidos en 2015 se han llevado a feliz término. En concreto el asignado a parroquias el año pasado, consistente en la “construcción y equipamiento de un colegio de secundaria en el medio rural”, en Burkina Faso, ya recibimos el informe en el que se nos comunica que se ha construido un complejo escolar de secundaria perfectamente equipado y con personal cualificado disponible para la gestión del mismo. El proyecto está en marcha y los alumnos ya empezaron las clases en el nuevo aulario, todo ello gracias a la generosa contribución de todos los albaceteños que, el año pasado, colaboraron en la Campaña contra el Hambre.

P. Maribel, ¿Qué te aporta ser voluntaria de Manos Unidas?
R. A mí me produce felicidad. La sensación inmejorable de estar haciendo algo por otra persona. Llevo muchos años trabajan-do como voluntaria en desarrollo, durante ese tiempo mucha gente me ha planteado la cuestión de si merece la pena, ya que la aportación es pequeña si la comparamos con la gran demanda de ayuda que plantea el mundo en desarrollo, y yo siempre he respondido lo mismo: Si todo el tiempo que llevo de voluntaria ha valido para ayudar a una sola persona a salir adelante, o a un solo niño a salvar la vida por tener una vacuna a mano, mi pequeño esfuerzo ha valido mucho la pena.

Además, como decía Teresa De Calcuta “si no se vive para los demás, la vida carece de sentido”. Es absurdo plantearse salvar o ayudar a millones de personas, hay que concretar. Yo tengo la suerte de trabajar en el departamento de proyectos, lo que me permite estar más en contacto con las personas a las que tendemos la mano, puedo contemplar sus caras, conocer sus problemas, dónde viven, qué retos les plantea su supervivencia diaria y así sentirme más cerca de ellos, aunque todas las aportaciones dentro de Manos Unidas son igualmente importantes. Sin los socios y sus valiosísimas aportaciones no podríamos hacer ningún proyecto. Y sin los voluntarios, no existiría el puente fundamental entre los que aportan los fondos y aquellos que los reciben.