12 de octubre de 2014
|
152
Visitas: 152
El vicario general de la Diócesis de Albacete, Luis Enrique Martínez Galera, destaca la importancia del Año Jubilar del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús, -que empezará el día 15 de octubre-, y del Año Jubilar dedicado a la Vida Consagrada, -cuyo inicio coincidirá con la apertura del curso pastoral, el sábado día 22 de noviembre-, “en los que nos vamos a apoyar, así como en las indicaciones que nos hace la Evangelii Gaudium, en el capítulo Evangelizadores con Espíritu, para canalizar toda esta inquietud que en definitiva tiene nuestro Plan Diocesano de Pastoral 2011/16, que es “Nos renovamos para evangelizar”, y del que arranca la Programación Diocesana de Pastoral de este curso que estamos empezando”.
Esta programación presenta unas líneas de actuación dirigidas a que los agentes de pastoral -sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos-, es decir, todos los que vivimos nuestro compromiso cristiano insertos en una comunidad parroquial, en una institución, movimiento o en una congregación religiosa-, emprendamos una efectiva conversión en clave misionera y evangelizadora, lo que va a implicar una revisión de toda la acción pastoral que desarrollamos, que está presidida y coordinada por el Sr. Obispo, D. Ciriaco Benavente Mateos.
“Este año, -informa el vicario-, la programación busca mucho a los agentes de pastoral, para que lleven hacia adelante la renovación que se nos pide, con disponibilidad, apertura a la acción del Espíritu, en actitud de escucha y de diálogo, y con generosidad, para desprendernos de todo tipo de lastre de cosas vividas y asumidas anteriormente, es decir, de todo aquello que nos está impidiendo salir con decisión a la calle, al encuentro con las personas”.
“Tenemos que aligerar el peso, porque a veces nos entretenemos con tantas acciones hacia adentro, que el ir hacia afuera no lo hemos aprendido. Pero esto no lo podremos hacer si no nos renovamos como evangelizadores con espíritu, como nos dice el Papa Francisco”, insiste Luis Enrique Martínez Galera.
Líneas de actuación.- Las líneas de actuación propuestas para encauzar la renovación tienen tres objetivos específicos: potenciar la pastoral vocacional; la revisión de la organización pastoral; y cuidar y motivar a los agentes de pastoral como evangelizadores con espíritu. El primer objetivo tiene dos líneas de actuación: una dirigida a la promoción de las vocaciones, y otra que entronca con los dos años jubilares, para presentar y dar a conocer los distintos carismas de las congregaciones y comunidades de la diócesis.
El segundo, se dirige a la revisión y renovación de las estructuras diocesanas, en clave misionera y evangelizadora: “Iglesia en salida”, desde la Evangeli Gaudium, y avanzar en la atención pastoral de las comunidades parroquiales, con menos clero y más compromiso de religiosos y laicos.
Y el tercero, centrado en la renovación de los agentes de pastoral, tiene tres apartados, uno para sacerdotes, otro para religiosos, y otro para laicos. Se va a trabajar en promover un laicado comprometido con la tarea pastoral diocesana en sus parroquias y movimientos, y en cultivar la vida espiritual, promoviendo vigilias, momentos de oración, retiros, ejercicios espirituales y un itinerario de formación desde la Evangelii Gaudium, la Vida y Obra de Santa Teresa de Jesús y la Vida Consagrada.
Paralelamente, continúan en vigor las propuestas que vienen de cursos anteriores en los campos de evangelización designados en el Plan Diocesano de Pastoral, que son los alejados de la Iglesia, el mundo de la cultura, la juventud y la familia, y el transversal a todos ellos, que es la caridad.
En el campo de los alejados, se fomentará la acogida de quienes se acercan, potenciándose el primer anuncio y avanzando en la creación de una escuela de evangelización; en el mundo de la cultura, destacan iniciativas como el Ciclo de Fe en el Cine; en la juventud, se impulsará el proyecto del Movimiento Diocesano de Jóvenes; en la familia, las acciones se dirigen a madurar la identidad de la familia cristiana; y en la caridad, se motivará y clarificará la identidad cristiana eclesial del voluntariado, entre otros objetivos.