19 de enero de 2015
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El Secretariado de Migraciones de la Diócesis de Albacete ofrece a todas las personas comprometidas con la acogida y la ayuda a los emigrantes de las parroquias y comunidades cristianas, una formación específica en pastoral migratoria, como una de sus principales acciones “para que podamos romper fronteras –de tipo personal y en la sociedad-, y luchar juntos por la justicia y un mundo mejor”, informa el director de este Secretariado, José Vicente Monteagudo Rodenas.
En este marco, se celebró ayer el Encuentro Diocesano de Migraciones 2015, con motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, que tuvo lugar en la Parroquia de la Resurrección, con la intervención de Estrella Merchán, secretaria técnica de la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, y Paco Aperador, del equipo técnico de Migraciones de Cáritas española, que impartieron un taller en torno al lema de esta jornada mundial: “Una Iglesia sin fronteras, Madre de todos”, para los agentes de pastoral e inmigrantes que acudieron al encuentro. A continuación, el Obispo de Albacete, D. Ciriaco Benavente Mateos, ofició una Eucaristía y en la clausura del encuentro se compartió un café y chocolate.
Unida a esta labor de formación, que el Secretariado Diocesano de Migraciones dirige a todos los agentes de pastoral –sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares-, se favorecerá la sensibilización en las parroquias y comunidades cristianas, “para profundizar en el acercamiento a los emigrantes y en su acogida, no sólo desde un tipo de ayuda asistencial, sino de plena comunión, para que se sientan uno más en nuestras parroquias y grupos. De esta manera, en reciprocidad, aprendemos, nos enriquecemos mutuamente y crecemos juntos, también en la fe”.
“Trabajamos en esta línea de sensibilización a las comunidades cristianas, para, desde ahí, sensibilizar también a toda la sociedad, y dirigirnos hacia una integración real de los emigrantes, no solamente laboral o desde el punto de vista económico, sino también de intercambio cultural y de enriquecimiento mutuo”, explica José Vicente Monteagudo.
Atención a la emigración más excluida y vulnerable
Junto a la formación y sensibilización, el Secretariado Diocesano de Migraciones también está abordando la atención a la emigración más excluida, más marginal, más vulnerable, para tener hacia estas personas una respuesta de Iglesia más adecuada: el estar presentes, acercarse a ellas y tratar de incorporarlas a la normalidad de la vida en sociedad, puesto que su realidad de pobreza es muy grande.
Es una labor que está desarrollando el equipo del Secretariado Diocesano de Migraciones, del que forman parte Cáritas Diocesana, Justicia y Paz, CVX -comunidad de seglares de espiritualidad jesuita-, sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares miembros de las distintas zonas de la diócesis; las Hijas de la Caridad que trabajan con pisos de acogida de emigrantes, y sacerdotes cercanos a asentamientos y pisos que acogen a personas subsaharianas y que mayoritariamente vienen “sin papeles” y sus necesidades son grandes.
“Desde el Secretariado estamos en constante observación de la realidad para que nuestra pastoral desde la Iglesia y nuestra acción respondan precisamente a las necesidades y al deseo de que queremos una sociedad más justa, donde se favorezca la cultura del encuentro y no del rechazo, como también advierte el Papa Francisco”, destaca José Vicente Monteagudo.