1 de noviembre de 2009
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Hoy celebramos festividad de Todos los Santos, fecha en la que, de manera especial, tenemos un recuerdo hacia esos Santos a los que el mundo Católico guarda devoción. Santos que están o no en los altares pero que han sido modelos de humanidad y de construcción de un mundo mejor. Cuando otras tradiciones o modas en las nuevas generaciones nos hablan de muerte, los cristianos celebramos Resurrección y Vida en abundancia. Alfredo Tolín, Profesor de Teología Espiritual y Párroco de Ontur nos acerca esta fiesta.
– En el día de Todos los Santos coméntenos los dos conceptos: Santidad y Santos
– Tenemos que eliminar muchos prejuicios y estereotipos sobre la santidad y los santos. Los santos no son personas perfectas. Todos los santos famosos o no, son grandes conversos y su virtud básica y permanente es la humildad verdadera. Además la santidad no es una conquista de tipo heroico que supone esfuerzos y renuncias enormes. Esto es una visión torcida de la santidad. No nos hacemos santos, sino que dejamos que el Espíritu nos haga santos. Jesús es, como decimos en el gloria, “el sólo santo”. Los demás somos santificados o hechos santos en el encuentro y la unión con Cristo gracias a la acción del Espíritu. No es mérito nuestro aunque sea gracias a nuestra cooperación. Según la espiritualidad cristiana vivir santamente es vivir en el Espíritu. Y esa es la única manera que tiene el cristiano de vivir. No hay otra. Por ello, nunca podemos identificar santidad y santos sólo con los santos muertos y canonizados. Ellos son ofrecidos por la Iglesia como estímulo y ejemplo y a la vez nos indican que ellos son sólo una pequeña minoría entre la ingente multitud de los santos que disfrutan ya de la gloria eterna. Los curas podríamos recordar a muchas personas sencillas de nuestras parroquias, que conocemos y hemos conocido, que realmente son ejemplo maravilloso de santidad, que son un regalo de Dios, que viven en el Espíritu.
– Yo que estoy leyendo ésta página web, ¿soy santo?
– San Pablo llama santos a todos los cristianos por estar bautizados. El Vaticano II dice que todos estamos llamados a la santidad. Juan Pablo II propone la santidad como el objetivo primero de la pastoral del milenio. Y es que el cristiano que es santo por ser bautizado va asimilando a lo largo de su vida y siendo consciente de su realidad de santidad. Va viviendo lo que es. Tenemos muchos reparos y cierta vergüenza para expresar con contundencia algo maravilloso que está en nuestro ser de cristianos: que somos santos. Nos perdemos así una vida cargada de sentido, de inmensas alegrías y beneficios para nosotros y, sobre todo, enturbiamos la visibilidad en el mundo del rostro compasivo de nuestro Dios. Esto nos sitúa a la vez en una realidad más amplia. Somos santos y pecadores. La santidad que tenemos es todavía frágil, quebradiza… hasta que se manifieste y realice en plenitud. Estamos en camino y ya somos santos pero no del todo. Lo último no quita lo primero sino que lo carga de mayor esperanza.
– ¿Por qué el Día de Todos los Santos?
– La festividad de todos los santos es una celebración terrena y celestial. Es un canto conjunto del coro de los santos de la Iglesia peregrina y de la Iglesia triunfante. Nos sentimos en unión y en comunión con todos los que somos santos gracias a Dios y con todos que disfrutan ya de santidad plena en la vida resucitada. Y a la vez constituye un estímulo para nuestra vida cristiana. En el cuaderno pastoral-litúrgico “EN COMUNIDAD”, que hemos editado recientemente, en la página de contraportada titulada “Vivir en el Espíritu” hemos puesto un escrito del Hermano Rafael, recientemente canonizado, que explica con su testimonio lo que es ser santo. Dice por ejemplo “no hace falta para ser grandes santos grandes cosas, basta el hacer grandes las cosas pequeñas”.
– Nace en nuestra diócesis una publicación religiosa nueva “EN COMUNIDAD” (en la que tiene mucho que ver…). ¿Para qué esta publicación?
– “En comunidad” es un cuaderno pastoral-litúrgico con carácter bimensual para las celebraciones de la Eucaristía dominicales y festivas. Pretende acercar a las comunidades todas las riquezas contenidas en los instrumentos litúrgicos que se emplean en las celebraciones. Como elemento significativo, se incluye una propuesta para cada domingo de lectura orante de la Palabra. El número 0, que ya está en Biblos, es un poco de prueba, de manera que ya desde el número 1 sacaremos unos cuadernos mejorados. En la delegación de Liturgia estaremos trabajando un equipo de siete personas, sacerdotes y seglares, para confeccionar y editar el cuaderno pastoral-litúrgico “EN COMUNIDAD”. Esperamos que sea útil en la pastoral de nuestras comunidades. ¡Ojalá aproveche!