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21 de enero de 2018

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Miguel Márquez Calle es el padre provincial de los Carmelitas Descalzos de la provincia Ibérica. Recientemente ha estado en Albacete impartiendo una charla e imponiendo los escapularios a los miembros de la Comunidad del Carmelo Descalzo Seglar de Albacete. Aprovechando su presencia hablamos con él sobre la apertura del primer Año Jubilar Teresiano que comenzaba el pasado 15 de octubre.

Miguel está muy contento. Es la primera vez que se otorga el Año Jubilar Teresiano. Se ha concedido tanto a la Diócesis de Ávila como a la de Salamanca, a la población de Alba de Tormes, y así ha sido porque este año la fiesta de Santa Teresa ha caído en domingo. Tras el centenario Teresiano se añoraba poder continuar con celebraciones para invitar a la gente a que siga bebiendo en las fuentes de Teresa de Jesús. Está siendo un año con distintas propuestas y actividades. 

Nos cuenta que una de las cosas que más sorprendieron durante la celebración del centenario fue el impacto que tenía Santa Teresa en todos los órdenes, en todas las artes: teatro, cine, poesía, novela… Fue desbordante. “La sensación es que la Santa está muy viva. Una monja carmelita del siglo XVI tiene un impacto fortísimo. Su experiencia, su propia vida, sigue siendo como un mensaje que nos hace mucha falta. Esto nos ha llamado mucho la atención. Qué necesidad hay hoy de entrar en el mensaje y en la vida de una mujer tan luchadora y que descubrió tanto de sí misma”.

El lema de este Año Jubilar es “Caminando con determinación”. Nos explica Miguel que la Santa al comienzo de su Camino de Perfección, que es la obra en la que describe su proyecto de vida para las hermanas y es el esquema fundamental de su propuesta espiritual, habla de una serie de fundamentos: la humildad, el desasimiento y el amor de unas con otras. Pero también habla de la determinada determinación, que es una idea muy teresiana que en ella misma se hace muy presente. Esta determinación, lucha, perseverancia, este no detenerse por vientos contrarios si no seguir adelante con paciencia, con humildad, “animas animosas” decía ella. “Es una invitación de la Santa a determinarse a no parar, a confiar en el Señor, a sobreponerse de las propias caídas, de los propios fallos”. Esto es lo que significa la determinación teresiana confiada en el Señor y contando también con la propia pobreza, pero determinación, lucha, tesón, voluntad, deseo de perseverar, de una fidelidad hecha de trabajo paciente y determinado. Esta es una idea muy interesante para nosotros, remarca Miguel.

Una de las actividades previstas para este año es la de caminar por las Rutas Teresianas. Durante el Centenario se ha ido restaurando lo que era el camino de la cuna al sepulcro o al revés. “Nosotros con grupos de jóvenes que teníamos fuimos los primeros que empezamos a poner señales y a hacerlo” -recuerda con ilusión Miguel-. Ahora se le propone a la gente que haga esa peregrinación de cinco días. Es un camino interesante por Castilla pasando por distintos lugares teresianos. Se invita a la gente a que camine, esto que es tan nuestro, tan español, tan del Camino de Santiago y tan de Teresa de Jesús, la Santa andariega. La propuesta es caminar con ella los caminos haciendo experiencia interior.

Le pedimos ahora que nos dé algunas pautas de cómo hacer ese camino espiritual. Miguel nos remite rápidamente a la Santa. Lo primero de todo, siempre ella dice: hay que caminar con humildad. Que para ella significa andar en verdad. Lo que plantea es que ningún camino, ni ningún momento de la vida realmente es fructífero si uno no lo camina en verdad. Para andar en verdad uno necesita, dejarse sostener, ayudar y acompañar por otros. No se camina solo, en soledad. Es una experiencia con otros. La Santa para eso era muy sensible. Necesitaba amigos para hacerse espaldas “amigos fuertes de Dios” decía ella. Para desengañarse, ayudarse, estimularse, animarse… Necesitamos comunidad, familia para hacer ese camino. Y en ese camino, ir haciendo experiencia interior de escuchar al Señor y de dejarte mirar por Él. Que es otra clave fundamental de la Santa. En el camino que estás haciendo déjate mirar por Él y déjale a Él que sea.

Deja espacio en todos tus proyectos, tus planes para que Él pueda tener una palabra. ¡Escucha! La oración siempre es lo que tú le dices y planteas, desde tu verdad, pero sobre todo déjale a Él. El Señor le dijo a la Santa: “haz lo que es en ti y déjame tú a Mí”. Es una frase que a Miguel Márquez le gusta mucho porque el Señor nos pide ser el protagonista y conductor de nuestra vida.