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12 de marzo de 2012

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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]L[/fusion_dropcap]os días 10 y 11 se celebró en El Escorial el II Encuentro General para Acompañantes de Acción Católica. En este Encuentro participó un grupo de Catequistas de nuestra diócesis. Por este motivo entrevistamos a Higinio Junquera, Presidente General de la Acción Católica General.

– La Acción Católica General (ACG) es una asociación de laicos que ha nacido hace poco más dos años, ¿cuáles son las claves de esta nueva etapa para la Acción Católica General?
– Es cierto que la Acción Católica General surge hace dos años y medio como la asociación resultante de unir toda la Acción Católica que tiene como espacio de misión la parroquia, es decir, la parte de la Acción Católica que tiene como campo específico la pastoral general de la Iglesia.

La Acción Católica General tiene como clave fundamental la apuesta por un proceso continuado para toda la vida. No es necesario “mudarse de casa” cuando dejas de ser niño o dejas de ser joven, sino que se hace una oferta para toda la vida y para toda tu vida. Otro elemento muy importante es la apuesta por la parroquia como espacio y territorio ideal para la evangelización, ya sea consolidando la fe de los que ya son creyentes, despertando la fe de los que se han alejado de la Iglesia o bien anunciando el Evangelio a los no creyentes. Y en tercer lugar la formación cristiana, como pieza clave que posibilita que el cristiano disponga de las herramientas necesarias para dar razón de la fe de Jesucristo en este mundo complejo al tiempo que necesitado de Dios.

 – La Acción Católica General es para toda la vida, ¿cómo se organizan y conviven personas de edades tan diferentes?
– Si bien esto es algo que puede resultar en un principio complejo, nuestra experiencia está siendo justamente la contraria.

La Acción Católica General está organizada en tres sectores: infancia, jóvenes y adultos, pero todo lo que hacemos tiene un marcado carácter de unidad. Por ejemplo, los itinerarios formativos, tienen la misma estructura y los mismos contenidos. La diferencia está en la pedagogía con la que abordamos las cosas y el nivel de profundidad. Los niños y los jóvenes menores de edad participan de las decisiones, tanto para tomarlas como para llevarlas a cabo. Y sobe todo generamos constantemente espacios comunes, donde una persona de 70 años trabaja codo a codo con un niño de 9, y este con un joven de 23 o una mujer de 42. Esto está suponiendo una riqueza. El niño ve en el joven una continuidad, es consciente de que debe recoger un testigo en el sector de jóvenes. Los jóvenes conocen el sector de adultos, y así sucesivamente.

– La Acción Católica General tiene su espacio de misión en la parroquia, ¿qué quiere decir esto en el día a día de la vida de una parroquia cualquiera?
– Cuando hablamos de parroquia nos referimos tanto a la comunidad parroquial, es decir, a los que ya participan de la vida comunitaria, como a todas las personas del territorio de la parroquia a la que es necesario anunciar a Jesucristo.

La ACG se ofrece tanto para colaborar en la vida de la comunidad parroquial, como para impulsar la pastoral misionera que permite convocar a los alejados y no creyentes a descubrir y amar el Evangelio de Jesucristo, y a hacerlo vida en su propia vida. Así, las personas vinculadas a la Acción Católica General se las puede encontrar acompañando a un grupo de jóvenes, trabajando en Cáritas parroquiales, en liturgia, participando en la Asociación de Vecinos, desarrollando unas jornadas de solidaridad en la parroquia, en la catequesis de los niños… No hay una tarea más propia que otra para las personas de ACG, la ACG no tiene ningún carisma propio, sino que en ella tienen espacios todos los laicos de nuestras parroquias y comunidades.

– En todo lo que tiene que ver con la tarea evangelizadora de los niños, ¿qué puede aportar la ACG en el contexto actual de la Iglesia y del mundo?
La ACG aporta su larga y dilatada experiencia de formación cristiana con niños. Pero sin duda la gran novedad es una propuesta coherente y continuada para todos los niños, que puede comenzar cuando el niño se acerca a la parroquia para prepararse para el Sacramento de la Primera Comunión. Para ello la Acción Católica General está desarrollando un itinerario formativo para la infancia que tiene como objetico alcanzar en el niño una síntesis básica de la fe cristiana. De este modo la formación para la celebración de los Sacramentos de Iniciación Cristiana (Bautismo, Conformación y Primera Comunión) está asegurada con este proceso.

– Y entonces, ¿qué aporta la ACG?          
Pues el estilo y la metodología de la Acción Católica (Ver, Juzgar y Actuar). El vivir la fe de forma asociada en la parroquia, en la diócesis, con otras diócesis y con otros países. Un proceso muy unido a la vida, muy marcado por la experiencia y por el juego como instrumento pedagógico. Y una continuidad de proceso, ya que son los jóvenes de ACG los que favorecen la continuidad de los niños.