4 de junio de 2009
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]D[/fusion_dropcap]e cada 100 contribuyentes que en 2008 marcaron la casilla del IRPF destinada al sostenimiento de la Iglesia católica, más de 12 lo hicieron de manera conjunta con la dedicada a fines sociales. ¿Qué significa esto?
Supone, en primer lugar, que una parte importante de ciudadanos hace uso de la posibilidad que ofrece el actual sistema tributario de marcar al mismo tiempo en la Declaración de la Renta ambas opciones, sin que ello represente coste adicional alguno para el contribuyente. En segundo lugar, al elegir esa posibilidad, los contribuyentes están indicando a Hacienda su voluntad explícita de destinar, sin coste añadido alguno, una parte de su IRPF a ambas opciones: un 0,7 por ciento al sostenimiento de la Iglesia y otro 0,7 por ciento a fines sociales. Y en tercer lugar, significa que, optando por esa modalidad, podemos duplicar nuestro compromiso “por tantos”.
Al marcar las dos casillas asumimos de manera activa un compromiso doble, ya que no sólo contribuimos a sostener la misión pastoral de la Iglesia, sino que estamos fortaleciendo simultáneamente la acción activa contra la pobreza y la precariedad social que realizan organizaciones de inequívoca identidad eclesial, como Cáritas o Manos Unidas, que reciben cada año una parte importante de los fondos del IRPF recaudados a través de la casilla de “otros fines sociales”.
De nosotros depende. Sin que nos cueste nada y con un solo gesto, podemos multiplicar por dos nuestra colaboración: con la misión de la Iglesia y con la opción preferencial por los pobres que el conjunto de la comunidad cristiana desarrolla a través de la labor modélica de las organizaciones de acción social vinculadas a la Iglesia.