3 de marzo de 2008

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El sábado día, 8 de marzo, se celebra el Encuentro Diocesano de Jóvenes de la Zona Albacete. Estos encuentros son una oportunidad en la que muchos jóvenes, se encuentren con Jesús, el Señor. En la Eucaristía del Encuentro tendremos la gran alegría de compartir un acontecimiento importante para la Iglesia de Albacete y en especial para uno de nuestros seminaristas: PEDRO JOSÉ GONZÁLEZ, QUE, POR LA BENDICIÓN DEL OBISPO, SERÁ ADMITIDO A LAS SAGRADAS ÓRDENES.

– Antes de todo Pedro, ¿Qué significa la Admisión a Órdenes?
– Es una celebración ante toda la Comunidad, presidida por el Obispo, en la que expresaré mi deseo de recibir, en un futuro, si Dios quiere, el Sacramento del Orden Sacerdotal. En resumen: pido solemnemente a la Iglesia, la aceptación para ser cura.

¿Cuál es camino que has recorrido hasta este acontecimiento?
– Durante mucho tiempo en mi corazón ha estado presente una pregunta: “¿Quieres seguirme? Me faltan manos”. No terminaba nunca de decidirme; tenía otros ´intereses´. Unas veces me acercaba a Jesús, y otras, la mayoría, me alejaba. Conclusión: no terminaba de «estar contento». Mientras tanto, no dejaba de frecuentar la Parroquia (Misa dominical, me confesaba de vez en cuando, tenía mucha confianza con el cura, hablábamos de todo…).

Antes de acabar la carrera, tuve la suerte de participar en el Encuentro de Jóvenes con el Papa Juan Pablo II en Madrid (Mayo de 2003). Allí me cambió la vida, pues al escuchar del Papa que “merece la pena seguir a Jesús” me pude dar cuenta de lo que quería el Señor para mí: ahora sí estaba contento. Con el paso del tiempo y haciendo memoria, doy muchas gracias a Dios porque Él mismo marcaba el ritmo de mi vida (y lo sigue marcando).

– Hasta aquí una etapa; ¿cuándo entraste al Seminario?
-No fue inmediatamente: estaba a punto de acabar la carrera, faltaba alguna asignatura.

– Y… ¿qué tal la etapa en el Seminario?
– Esta etapa está siendo la más intensa y la más feliz de mi vida, por ahora. Al entrar en el Seminario tuve miedo y aparecieron dudas. Tampoco conocía a nadie: todo era nuevo. Sin embargo, gracias a Dios fui adaptándome. El Seminario es un tiempo con el objetivo de conocer más a Cristo, de conocerse más uno mismo, de conocer a la Iglesia y quererla. En definitiva: de practicar la entrega a los demás.

– Un mensaje para el que esté leyendo esta entrevista…
– Primero: ¡continúa leyendo! Segundo: si escuchas que Dios te pide algo, ¡no lo acalles! ¡Merece la pena! Tercero: reza para que el Señor nos muestre el camino que quiere para cada uno de nosotros, porque DIOS SIGUE LLAMANDO TAMBIÉN EN ALBACETE y no sólo para ser curas: quiere familias cristianas, quiere laicos comprometidos, quiere religiosas y religiosos, quiere misioneros,… se trata de escucharle y seguirle. ¡Ánimo!