En Petén cuando se habla de “pastoral de la salud” no se piensa tanto en asistencia o visita a enfermos -tarea de la que se encargan otros responsables de la comunidad o los ministros de la Eucaristía-, sino más bien en atención o respuesta concreta a los problemas de “salud física”.

La precaria situación del país y la ausencia en muchos casos de servicios de salud para la población, motivó en su tiempo la formación de promotores de “salud”, comadronas y a su vez la creación de pequeñas clínicas que hoy por hoy siguen prestando un servicio “insustituible”, de prevención y atención, en parroquias y comunidades rurales.

Precios disparatados en los medicamentos, carencia de respuestas eficientes en los pocos puestos de salud existentes o negligencias médicas, mueven a la población en más de una ocasión a buscar al “promotor de salud”. Su cercanía y vocación en el trabajo multiplican los “pocos recursos” en un mejor seguimiento y atención del paciente.

Sobre este tema hoy tuvimos un encuentro formativo en la parroquia de Santa Ana. A continuación mostramos de manera esquemática algunos datos sobre las actividades e impactos que en un tiempo ya ha producido esta comisión en el Vicariato.

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