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3 de abril de 2011

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Hace unos días pasó por Albacete el Padre Elías Royón jesuita y presidente de la Conferencia de Religiosos de España CONFER, invitado a animar una jornada de formación religiosa con los consagrados de nuestra provincia.

– P. Elías, ¿Qué pretendemos decir con la palabra CONFER?
– Es una organización que, además de sus aspectos organizativos y jurídicos, tiene sobre todo un contenido teológico que consiste en hacer visible el mandato de Jesús “que todos sean uno”. Así pues es un servicio a la comunión entre todos los religiosos, es un servicio intercongregacional. Respetando el carisma de cada congregación, posibilita el trasvase de realidades para enriquecer a todos. Intenta acercarse a las realidades sociales y servicios apostólicos que se llevan a cabo en las iglesias locales. Así pues CONFER nacional tiene la misión de animar, potenciar, ayudar en su formación a las CONFERS diocesanas.

– ¿Cómo ve la vida consagrada en el mundo de hoy?
– La respuesta no puede ser otra que lleno de esperanza. Lo digo desde una convicción profunda, que me confirma la lectura de muchos textos de los últimos Papas sobre los consagrados. Recientemente el papa Benedicto nos recordaba aquello de que los religiosos son la presencia de Jesús en el hoy que pasó haciendo el bien. Y el agradecimiento del mismo Papa a los Superiores generales por el gran bien que los religiosos están haciendo a la Iglesia en el ancho mundo. Es verdad que en una sociedad secularizada cada vez se entiende menos su presencia. Ante el cambio cultural y la falta de vocaciones algunos afirman que esto no tiene futuro. Pero si en nuestro mundo occidental hay menos vocaciones en otros lugares surgen con mucha fuerza. Yo no puedo tener más que una mirada de confianza puesta en el Señor que es quien nos llama a seguirle.

¿Qué pediría a los consagrados de hoy?
– Pues lo que se ha pedido siempre. En primer lugar que tengan a Dios en el centro de su vida, en su corazón. Que sean exquisitamente fieles a sus orígenes, es decir, al carisma de sus fundadores. Que en un mundo tan individualista como es el que nos toca vivir, ellos sean los que muestren al mundo que la fraternidad es posible. Que sepan encontrar un equilibrio en sus tareas, den su tiempo a la oración, a la formación, al trabajo, a la vida comunitaria, al descanso. Que no exista sólo ese deseo de hacer bien las tareas, que es loable en sí, sino que todas las tareas sean llevadas a cabo con espíritu de vocación, impregnadas del Espíritu de Dios. En una palabra que vivan su vocación como una continúa respuesta a esa llamada de Dios Padre a vivir en la radicalidad del seguimiento de Jesús.

En nuestra sociedad, en que las estructuras civiles cubren las necesidades ciudadanas, ¿Qué pueden aportar los religiosos y religiosas?
– Queda mucho por hacer. No hace mucho se hizo un estudio en la universidad autónoma de Cataluña sobre lo que los religiosos aportan en el mundo de la asistencia, educación… Los datos fueron sorprendentes, mucho más de lo que se puede imaginar. Si esto ocurre en países desarrollados, podremos comprender el bien inmenso que hacen los religiosos en los países del tercer mundo. Es mucho lo que pueden aportar, pero no se trata sólo de dar pan, sino darlo desde el amor y con el amor de Dios. Es el “plus” que los religiosos/as pueden aportar en todas sus obras sociales.

La Iglesia, la sociedad nos necesita. El mejor servicio que podemos ofrecer a las gentes, es ser testigos de la trascendencia. Dios siempre en el corazón del mundo.

A veces ponemos la meta en ser solidarios, éticos, hacer bien las cosas, pero nosotros estamos llamados a más, a ser místicos, es decir llenos de Dios y derramados en los hermanos. Hay futuro porque Jesús sigue llamando. No nos pasemos el tiempo demonizando ni rumiando sentimientos de culpa por lo que no hemos sabido hacer.Lo nuestro es mirar al futuro y ser creadores de esperanza.

¿Cómo ha visto la CONFER de Albacete?
– He pasado un día entrañable aquí en Albacete. Me llevo un gran recuerdo. Había pasado por Albacete, pero nunca había entrado dentro. Veo al equipo directivo muy ilusionado y con muchas ganas de trabajar y responder a los desafíos que tenemos delante de nosotros. Organizar estas jornadas es signo de ello. Les animo a seguir adelante y que sepan que cuentan con todo el apoyo de la nacional.