12 de enero de 2014
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El Museo de Misiones “Sacerdote Eduardo Valero” de la Diócesis de Albacete, presenta la labor de los misioneros en el mundo y la realidad viva -y siempre novedosa-, de la misión del cristiano en sus nuevos escenarios, en el tercer milenio del Cristianismo.
A las tierras de misión en los cinco continentes: África, América, Asia, Europa y Oceanía, se unen ahora otros ámbitos de carácter cultural y social que reclaman ser evangelizados, con nuestro testimonio y anuncio de la fe en Jesús, el único Salvador del mundo, que está en medio de nosotros, ofreciéndonos a cada uno la Buena Noticia del amor de Dios que transforma nuestra vida, alcanzando la dignidad y plenitud como Hijos de Dios.
Estos nuevos escenarios o ámbitos culturales y sociales que son descritos en las cartelas informativas del Museo de Misiones de Albacete, son el mundo de la comunicación, el compromiso por la paz, la investigación científica, la inmigración, las grandes ciudades, los jóvenes o las nuevas situaciones de pobreza e injusticia social, entre otros, donde es urgente que el cristiano anuncie a Jesús, con sus obras y palabras.
Porque por nuestro Bautismo, como Hijos de la Iglesia, todos tenemos esta misión, todos somos misioneros, y esto es precisamente lo que trata de activar en cada uno de nosotros y comunitariamente también, el Museo de Misiones “Sacerdote Eduardo Valero”: nuestra identidad misionera: hay que moverse, salir del entorno personal, de nuestras cosas, de nuestro yo…. y actuar. Hay mucho que hacer y haciendo somos también evangelizados, en esta alegría sin fin del encuentro con el otro, con mi hermano y con mi Dios.
“Es imprescindible que la nueva situación cultural y social –de increencia, de desierto y vacío existencial, de individualismo, relativismo, total indiferencia por el otro…, que nos afecta también a los cristianos-, nos haga comprender que la misión de la Iglesia está todavía en sus comienzos”, nos dicen los obispos. Remarcando más en esto: La Evangelización no ha hecho más que empezar. Así nos lo dijo en los últimos años del siglo XX, a las puertas del nuevo milenio, Juan Pablo II y ahora, incesantemente, de mil maneras y gestos, el Papa Francisco, que no quiere más que movernos a la acción… “mano a mano, con cualquiera”.
Sensibilizar por tanto en la dimensión misionera del cristiano y acercar el mundo de las misiones a todo el público, es el objetivo prioritario del Museo de Misiones de Albacete, un museo que es un regalo, un tesoro de nuestra Diócesis para el mundo, que recibimos de nuestros hermanos de la Misión Ad Gentes, aquellos hombres y mujeres misioneros que salen afuera, que se van a otros continentes, a los pueblos y personas que más ayuda necesitan para salir definitivamente de su pobreza y vida denigrante, y a donde no van de manera aislada, por cuestión humanitaria, sino movidos por la fe en el Señor y enviados por nosotros mismos, por su comunidad. Su tarea es nuestra tarea.
Es en sí una exposición misionera para animar a la misión
El Museo de Misiones es en sí una exposición misionera, que en este año de 2014 iniciará su recorrido por colegios, institutos, centros culturales, parroquias… dentro de un plan de animación misionera. El museo no tendrá más emplazamiento definitivo que el de su origen, la Diócesis de Albacete. Fue inaugurado por el obispo Ciriaco Benavente el día 10 de noviembre de 2013, Año de la Fe, iniciando su andadura en un pueblo, Pozuelo, con el propósito de dar valor a las áreas rurales.
Es la primera Sala Museográfica de la Diócesis y desde el momento de su apertura está siendo muy bien acogida. Ha recibido el nombre de Eduardo Valero en memoria de este sacerdote de Albacete, -que estuvo de párroco en Alcadozo, en Aguas Nuevas, y fue capellán del Hospital General-, y en agradecimiento de toda la ayuda que prestó en favor de las misiones y de los misioneros.
En Pozuelo, el museo está en la Parroquia de San Bartolomé. Para las visitas en grupo ha de pedirse cita llamando a la Delegación de Misiones de Albacete, al número 967 214478 o por internet en www.misionesalbacete.org
La idea de hacer una exposición misionera surgió en los preparativos de la celebración del 50 Aniversario de la creación de la Diócesis de Albacete, siendo por entonces nuestro obispo Francisco Cases, y fue hace unos dos años, en el recién creado Consejo Diocesano de Misiones, donde el proyecto empezó a tomar forma como un objetivo a realizar, con la finalidad de dar a conocer la dimensión misionera así como la riqueza misionera de nuestra Diócesis.
En la actualidad, la Diócesis tiene 56 misioneros nacidos en Albacete, y cuenta con una trayectoria de 25 años de misión en Safané, Burkina Faso (África), y una presencia muy grande en Guatemala, especialmente en Petén, entre otros hechos a destacar.
Las misiones diocesanas de Safané y Petén
El museo consta de dos salas: una dedicada a una exposición de Manos Unidas sobre los continentes, y otra donde aparece, por un lado, varias cartelas donde se describe la realidad de cada continente, y ante esta realidad, los retos o desafíos para los misioneros, así como los motivos de esperanza, para afrontar los desafíos. Y por otro lado, una parte dedicada a las Obras Misionales Pontificias (OMP), que son cuatro: DOMUND (Obra Pontificia de la Propagación de la Fe); Infancia Misionera (Obra Pontificia de la Infancia Misionera); Vocaciones Nativas (Obra Pontificia de San Pedro Apóstol); y Pontificia Unión Misional.
Hay medios interactivos y audiovisuales, de tal manera que se puede interactuar con pantallas y acceder a informes sobre la infancia desfavorecida, por ejemplo.
Sobre la misión diocesana de Safané y en Petén, encontramos cartelas que explican la importante labor misionera de la Diócesis de Albacete en estos lugares. Concretamente, varios de los jóvenes que recibieron hace más de veinte años el anuncio de Jesús en la misión de Safané, se han hecho sacerdotes y dos de ellos están ejerciendo ahora su ministerio en Villarrobledo y Hellín.
Un corazón con el rótulo “Yo soy misionero”
Además de las cartelas informativas, el Museo consta también de una interesante muestra de objetos traídos por los misioneros albaceteños de las tierras de misión, -artesanías, máscaras, cerámicas, piezas decorativas, telas, un traje típico de Brasil…-, y entre las cosas más curiosas, una de las antiguas huchas de cerámica del DOMUND -la cabeza del negrito-, y un cáliz de madera que regalaron a nuestro obispo Ciriaco en su visita a Guatemala, con el que celebró la eucaristía.
También podemos contemplar dibujos y trabajos manuales de los niños del Movimiento Infantil Misionero (MIM), de Albacete, realizados en encuentros y concursos como el del 150 aniversario de la Infancia Misionera, entre ellos, un corazón con el rótulo “Yo soy misionero”.
El museo no está cerrado en cuanto a su contenido, sino que está en constante construcción, siempre actualizándose y creciendo, como la misma misión y se irán creando más salas. Quiere transmitir que todos tenemos una misma tarea: pertenecemos a la misma Iglesia y que la Iglesia Universal es tarea de todos, y no solamente nos podemos centrar en Albacete, sino que estamos llamados a salir de nosotros, a las periferias… mi hermano está en Albacete y está también en África, en cualquier barriada, en el piso de arriba… en cualquier lugar.
Y la exposición concluye con la muestra y descripción de los escenarios de la misión hoy, citados al principio de este artículo, para interpelar al visitante al final del recorrido por el museo sobre la dimensión misionera.