El ocho de enero moría en Madrid Sor Pilar Miura Fernández, Hija de la Caridad, a la edad de 93 años y que pasó gran parte de su vida religiosa en la Comunidad de Hermanas de Peñas de San Pedro.

Sorpi, como la gente le llamaba cariñosamente, llegó a Peñas de San Pedro para unos días con la misión de cuidar de una compañera y son muchos más de veinticinco años los que permaneció en Peñas.

Sevillana de nacimiento, amante del pueblo, de la Colonia del Sahúco, alegre y vocacionada. Sor Pilar a pesar de su edad y de sus limitaciones físicas, debido a las numerosas operaciones en las que fue intervenida, ha sido ejemplo de fortaleza y perseverancia. Su alegría y desparpajo eran famosas.

Tocaba en el coro parroquial y en la rondalla las castañuelas. Sus simpáticos piropos a los niños y jóvenes estaban a la orden del día. Era enfermera y estuvo al cuidado de enfermos y mayores. Peñas siempre la ha respetado y querido. Los curas del arciprestazgo también la han querido.

Son muchas las anécdotas de Sor Pilar, muchísimas en Peñas. Una de las últimas de esta amante de los toros e hija del famoso ganadero Eduardo Miura, abuelo de los actuales ganaderos, fue la protagonizada en el festival taurino de las fiestas mayores celebradas a beneficio de la calefacción de la Iglesia en la que lanzó la gorra del sargento a los toreros en la vuelta al ruedo.

Sor Pilar Miura vivió sus últimos años en la residencia de hermanas mayores en la Casita, en Madrid. Rodeada y bien cuidada de sus hermanas de Congregación, las Hijas de la Caridad.