7 de agosto de 2016
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]U[/fusion_dropcap]n año más, el Paseo de la Feria se prepara para recibir a uno de sus protagonistas indiscutibles. Hablamos de la Tómbola de Cáritas, un proyecto presente en la memoria de buena parte de los albaceteños y albaceteñas, que además de llenar de alegría y de entusiasmo la ciudad, se convierte también en un escaparate en el que mostrar parte del trabajo que Cáritas realiza día tras día, al servicio de los que menos tienen y en los lugares y realidades más desfavorecidas.
Después de meses de trabajo, la Tómbola abre sus puertas un año más, y ya van 64. La primera vez que lo hizo fue en 1952. Entonces su objetivo era financiar la construcción de unas viviendas sociales promovidas por el obispado. La Tómbola era entonces una barraca desmontable que se situaba en varios lugares del paseo de la Feria. En 1975, se fijó en el actual emplazamiento, reforzando su estructura con obra, hasta que en 1.993 se construyó el actual edificio. Entonces, con mayor capacidad de almacenaje, empieza a incrementar su volumen, hasta llegar a ser lo que es ahora.
Hoy, años después, y con muchos cambios y novedades, la Tómbola sigue manteniendo intacta su esencia: apoyar y acompañar a las personas que peor lo están pasando, sobre todo en estos tiempos en los que la crisis de la que tanto se ha hablado, ha pasado a convertirse en una situación crónica para muchas familias que se ven incapaces de salir de la situación en la que se encuentran sin ayuda.
Este año la Tómbola pone a la venta 500.500 papeletas. De ellas, más de 131.000 contienen premios directos que van desde las tradicionales latas de conserva y alimentación, seña de identidad desde sus orígenes, a otros premios como estancias en hoteles y balnearios, cenas para dos, productos manchegos como queso, vino o artesanía, bicicletas, electrodomésticos, utensilios de cocina, y hasta el codiciado coche, que el pasado año fue entregado. Entre los productos que se sortean en la Tómbola no pueden faltar los que se elaboran en algunos programas de Cáritas, como las libretas o los artículos de encuadernación del taller ocupacional o el que se lleva a cabo en prisión. También tienen un hueco especial los que proceden de la Fundación El Sembrador, empresa sin ánimo de lucro impulsada por Cáritas Diocesana de Albacete para favorecer la inserción laboral de personas en situación o riesgo de exclusión. De esta manera, entre los boletos premiados, pueden encontrar productos de comercio justo, desayunos en el Café-Tienda Romero, o incluso plantas procedentes de Viveros El Sembrador, en Hellín.
No hay que olvidar que en la Tómbola todas las papeletas son importantes, pues con ellas se puede optar a alguno de los tres sorteos, pueden servir para completar la palabra Cáritas, que da la posibilidad de elegir entre 30 artículos distintos, o permiten unir las palabras Cortijo y Covaroca y conseguir una estancia en este albergue-campamento de la Fundación el Sembrador ubicado en la Sierra de las Cabras, en Nerpio.
Aunque la mayoría de los premios de la Tómbola son comprados, el número de empresas colaboradoras va en aumento. Este año son casi 200 las que han querido formar parte de este proyecto a través de la donación de diferentes productos. Pero además de las empresas colaboradoras, la Tómbola no sería posible sin su esencia: el voluntariado. Más de 300 personas dedican su tiempo y su esfuerzo a su puesta en marcha. Un gran equipo que no solo trabaja los días de apertura, vendiendo boletos, entregando regalos, colocando el escaparate o el almacén… sino que su esfuerzo se extiende a lo largo de todo el año.
La Tómbola es para Cáritas algo más que un escaparate en el que dar a conocer su trabajo. Es un oportunidad laboral para las 17 personas que este año han sido contratadas. Es justicia, y dignidad para las miles de personas a las que apoya y acompaña cada año. Es además tradición, recuerdos, ilusión.. y una manera de apostar de forma decidida por la persona. Con esta ilusión abre un año más este proyecto que supone una mirada al corazón de Cáritas y a todas las personas que lo mantienen vivo.