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17 de agosto de 2009

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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]S[/fusion_dropcap]e abrió la Tómbola de Cáritas; lleva ya más de una semana con las persianas levantadas ofreciendo la oportunidad de ayudar a cubrir los gastos que una sociedad en crisis sufre en muchísimos de sus miembros, sobre todo en los más pobres. Nos acercamos al paseo de la Feria y hablamos con Carmen Escribano, la directora de Cáritas Diocesana.

– Carmen, parece que este paseo no es el mismo cuando la Tómbola de Cáritas está cerrada
– Sí, es verdad. Ya abre sus persianas todos los días. Comenzó el día 7 de agosto y la inauguró nuestro Obispo D. Ciriaco. Estará abierta hasta el 17 de septiembre. La Tómbola es el escaparate lúdico que Cáritas pone en la ciudad y nos da a todos la oportunidad de colaborar.

– Con lo recaudado en la primera Tómbola de Cáritas hace ya muchos años se construyó la Colonia de El Sahúco para campamentos de verano de los chavales sin recursos económicos. Desde entonces todos sabemos que lo que se recauda cada año en la tómbola constituye el principal recurso de Cáritas…
– Así es. Es una de las principales fuentes de ingresos. El destino principal de lo recaudado en la Tómbola es hacer frente a las necesidades básicas de las familias más pobres. Lo que llamamos atención primaria, lo más necesario como es la comida, higiene, etc., de las personas necesitadas. También intentamos llegar a otros proyectos y talleres de formación que son imprescindibles para poder acceder a un puesto de trabajo.

– He oído a muchas personas que dicen: ‘No disfruto lo mismo de la feria si no echo a la Tómbola’ o también: ‘Voy a echar a la tómbola y me vuelvo…”.
– Sí; hay un dicho por ahí que dice así: haz una cosa que te llena y te satisface una vez y otra y otra… y lo habrás convertido en tradición. Pues, ¡enhorabuena a todas las personas que tenéis y vivís esta gozosa tradición de ‘echar a la tómbola’! Enhorabuena a los que ‘jugando’ colaboráis con tantas necesidades y situaciones límite de muchas personas. Desde aquí quiero agradecer tanta generosidad y la buena acogida que siempre ha tenido y tiene la Tómbola de Cáritas. Y a las personas que todavía no lo han convertido en tradición, es una oportunidad excelente para hacerlo para que pase de padres a hijos en esta empresa común de hacer el bien y ayudar a los demás.

Ya que la feria y esta época de final de agosto en Albacete es reencuentro de familia, convocatoria de amigos, cita común anual, etc., deseamos que también sea oportunidad para el encuentro y ayuda con las personas necesitadas.

– Desde ahí dentro tendréis cantidad de anécdotas para poder contar sobre la Tómbola y la actitud de la gente.
– Sí, podríamos contar muchas anécdotas de todo tipo pero quiero señalar dos casos muy significativos. Hay una mujer de 91 años que, desde hace cincuenta (en la época de la Tómbola) tiene la costumbre de venir todos los días a comparar algún boleto. Para ello va ahorrado todos los días del año poniendo esos ahorros en una hucha. Es –dice ella- como su compromiso de ayudar a los necesitados.

El otro caso es también de una mujer: todos los años es la primera que compra las primeras papeletas el día de la inauguración y cuando subimos la persiana el primer día, ahí está ella esperando. Son gestos que indican la sensibilidad y simpatía y acogida de la Tómbola de Cáritas en el corazón de la gente.

– Detrás de la Tómbola de Cáritas se mueva un gran voluntariado
– Sería imposible poner en marcha la Tómbola sin el voluntariado que la respalda. En el mes que dura la Tómbola de Cáritas la respaldan con su trabajo más de 465 voluntarios (jóvenes y adultos) que dejan aquí muchas horas de trabajo, de dedicación y cariño. Nuestros voluntarios de Cáritas saben que de la Tómbola dependen muchas ayudas para las personas más necesitadas.

Hay, por ejemplo, un voluntario cuya tarea es estar todo el año en ‘dedicación Tómbola’. El último día de la feria, una vez que se cierra la puerta, él está en las cuentas y presupuestos de la tómbola que termina. Pero al día siguiente ya le toca colaborar en quitar todo y empezar a mirar precios de artículos de regalo que se van a poner el año siguiente y buscar en un sitio y otro lo que merece la pena…

Después de hablar con Carmen Escribano, de contemplar, otra vez más, la tarea de Cáritas, también en la Tómbola, podemos decir como San Lorenzo, cuando los que lo mataron le acusaban de ocultar los tesoros de la Iglesia: Él, señalando a los pobres y enfermos le dijo: «Estos son los tesoros de la Iglesia».

Nosotros, hoy, también podemos añadir a ese gran tesoro de los pobres y enfermos, a los VOLUNTARIOS para ayudar y ‘luchar’ por todos los necesitados. ¿Quién se apunta?