23 de diciembre de 2012
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En estos días previos a Navidad donde en muchas parroquias se realizan colectas destinadas a Cáritas, hablamos con Marina Morata Martínez que ha sido recientemente nombrada delegada episcopal de Cáritas Diocesana.
– Marina, háblanos de ti y de tu trayectoria en Cáritas.
– Pertenezco a la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias. Durante nueve años he sido la directora del equipo de Cáritas parroquial y el año pasado me incorporé a un equipo de formación de Cáritas Diocesana para preparar los materiales de las campañas y de formación para los grupos de Cáritas. Este año, en agosto, el señor obispo me llamó y me ofreció dar un paso más: ser delegada episcopal. Entiendo que es una responsabilidad y ahí estoy. Recé mucho, lo hablé con mi familia y di este paso, porque estoy convencida de que en servir está la felicidad.
– Para ti, ¿Qué es Cáritas?
– Cáritas es la misma Iglesia. No se puede entender Cáritas sin la Iglesia, de hecho es la organización sociocaritativa de la Iglesia.
– ¿Qué pretende Cáritas con la campaña “Vive sencillamente para que otros sencillamente puedan vivir”?
– En estos tiempos, los muros de las desigualdades sociales son cada vez más altos, gruesos e impenetrables: nos hemos acostumbrado a tener y querer cada vez más; vivimos en un modelo económico y social que deja de lado, cada vez más a los empobrecidos, a las personas más vulnerables. Cáritas nos da unos materiales de reflexión junto con una propuesta, para darnos cuenta de que está en nosotros, en cada uno, poder cambiar algo de lo que tenemos a nuestro alrededor, para no levantar e incluso derribar esos muros. Es una propuesta para todos, pero obliga especialmente a los cristianos, siguiendo los pasos de Jesús hacia estas personas.
– ¿Qué podemos hacer? ¿Cuál es la propuesta de Cáritas para derribar esos muros de las desigualdades?
– Ese cambiar algo de lo que tenemos a nuestro alrededor y que está en nosotros mismos hacerlo, está basado, -y es la propuesta que Cáritas nos hace-, en la gratuidad, en compartir, en ser más fraternos, en vivir con sencillez. En la campaña, dentro de los materiales, hay un test para saber si realmente somos personas sencillas. Por ejemplo, somos personas sencillas si necesitamos tener pocas cosas para ser felices; si no nos creamos ni dejamos que nos creen falsas necesidades; si somos alguien que pone todo su corazón en los pequeños detalles cotidianos que hacen la vida más agradable a los que nos rodean; si nos conmovemos con el sufrimiento del prójimo; si nos implicamos en compartir lo que cada uno es y lo que tiene; si no soportamos las injusticias.
– Ahora mismo, ¿Dónde están las prioridades de Cáritas Diocesana de Albacete?
– Están en la atención primaria, en las necesidades básicas de muchísimas familias, de muchas personas que se han quedado sin trabajo y no tienen ni siquiera lo básico para poder vivir dignamente. Llegan muchas personas a las Cáritas parroquiales a pedir ayuda: familias que tienen que pagar recibos, que no tienen alimentos que poner en la mesa, que no tienen dinero para comprar materiales básicos para que los niños vayan al colegio. Y casos muy sangrantes de personas que pierden su vivienda, en los que, desgraciadamente, podemos hacer poco, es lamentable; si podemos cubrir la atención de la comida y si no todos los recibos, si algunos.
– Estos días, muchas parroquias celebran la campaña del compartir, la colecta se dirige a Cáritas.
– Si, y es fundamental nuestra colaboración: si no hay donaciones, si no hay voluntarios… ¿qué podemos hacer? Es la comunidad la que se tiene que implicar en toda la acción sociocaritativa. Los equipos de Cáritas son representantes de la comunidad, por si solos no actúan, no pueden hacer nada. Yo creo que es una obligación colaborar, como cristianos, compartir lo mucho o lo poco que tengamos cada uno, según su conciencia. Tenemos que compartir hasta que nos `duela´. Estas campañas que se hacen ahora en Navidad, cada parroquia organiza a dónde van dirigidas esas donaciones, según las necesidades. Creo que la mayoría irán al reparto de alimentos y pago de necesidades básicas.
– Marina, ¿Cuál es tu sueño para Cáritas?
– El sueño es que todos podamos estar en un mundo más justo y que seamos conscientes de que entre todos, cada uno poniendo su granito de arena, podemos derribar algo de ese muro de las desigualdades sociales, pero eso está en cada uno y deberíamos empezar por los que tenemos alrededor.