26 de diciembre de 2018
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Desde hace más de 40 años, Taizé realiza entre Navidad y Año Nuevo un encuentro de jóvenes en una gran ciudad europea. Estos encuentros se enmarcan en la Peregrinación de Confianza a través de la Tierra que cada año reúne a decenas de miles de jóvenes, de entre 18 y 35 años, provenientes de toda Europa.
Los jóvenes que asisten a estos encuentros no forman un movimiento, sino que tratan de avanzar juntos a través de los caminos de la confianza: la confianza entre las personas, entre los cristianos de las diferentes tradiciones, la confianza en Dios… y profundizan en aspectos tales como la oración, la fe y el compromiso social.
Este año, la Comunidad de Taizé prepara, con la Delegación de juventud de Madrid, las parroquias y las comunidades cristianas, el 41º Encuentro Europeo que tendrá lugar en Madrid, del 28 de diciembre de 2018 al 1 de enero de 2019, por invitación de la Archidiócesis de Madrid.
El programa del encuentro se compone de elementos sencillos como la oración común, el compartir en pequeños grupos internacionales y la hospitalidad. La mañana discurre en las parroquias y las comunidades cristianas de Madrid, y la tarde en las grandes iglesias y otros lugares del centro de la ciudad para las oraciones y los talleres.
La Comunidad de Taizé
Todo comenzó en 1940 cuando el hermano Roger dejó su país natal, Suiza, para vivir en Francia. La Segunda Guerra Mundial comenzaba y él tenía la certeza de que debía acudir en ayuda de aquellos que atravesaban esa dura prueba, viviendo su búsqueda de Dios en medio de los problemas y las luchas de las personas. Hoy, la comunidad ecuménica de Taizé, que él fundó, reúne a unos cien hermanos, católicos y de diversos orígenes protestantes, procedentes de más de treinta naciones. Los hermanos llevan una vida de oración, de trabajo y de acogida. Por su existencia misma, la comunidad quiere ser un signo concreto de reconciliación entre los cristianos divididos y los pueblos separados. Con el paso de los años, jóvenes de toda Europa y de otros continentes vienen cada vez más a Taizé para participar en los encuentros semanales.
Programa del Encuentro
Viernes, 28 de diciembre
Llegada por la mañana a Madrid, al lugar de la acogida, donde recibiréis todas las informaciones. Luego, dirigirse a la parroquia/comunidad y, desde allí, a la familia de acogida. Cena; después, la oración de la tarde en los pabellones de la Feria de Madrid (IFEMA).
Sábado, 29 de diciembre
Oración de la mañana en las parroquias/comunidades de acogida. A continuación, los grupos de reflexión y encuentros con personas comprometidas en la comunidad local. Hacia las 12 h, comer el picnic. Distribución del té en el centro de la ciudad. Más tarde, oración del mediodía en la Catedral y en varias iglesias del centro de la ciudad. Por la tarde, talleres en el centro de la ciudad con temas como compromiso social, fe y vida interior, arte… Cena y, después, la oración de la tarde en la Feria de Madrid (IFEMA).
Domingo, 30 de diciembre
Participación en las celebraciones en las iglesias de acogida. Luego comer el pic-nic antes de ir al centro de la ciudad. Por la tarde los talleres en diferentes lugares del centro de la ciudad. Cena y oración de la tarde en la Feria de Madrid (IFEMA).
Lunes, 31 de diciembre
Oración de la mañana en las parroquias/comunidades de acogida. Después los grupos de reflexión y encuentros con personas comprometidas en la comunidad local. Hacia las 12 h, comer el pic-nic. Oración del mediodía en Catedral y en varias iglesias del centro de la ciudad. Por la tarde, encuentro por países. Cena y oración de la tarde en la Feria de Madrid (IFEMA). A las 23:00 h. habrá una vigilia por la paz, seguida de la «fiesta de las naciones» en las parroquias de acogida.
Martes, 1 de enero
Participación en las celebraciones en las parroquias/comunidades de acogida. Seguidamente comida con las familias de acogida.
Testimonio
«De los encuentros europeos de Taizé, en los que he participado, me quedo, por una parte, con la confianza, amistad y acogida recibida de las familias que me han alojado en sus casas y, por otra, con la fe y las inquietudes pastorales compartidas con las comunidades y pastores de las parroquias en las que he participado, tanto de origen católico como protestante. Lo considero una riqueza y una necesidad para Europa y para la Iglesia en estos momentos». (Carlos Garijo).