8 de julio de 2011
|
154
Visitas: 154
María Jesús Torres García, es Misionera de Cristo Jesús. Nacida en Los Pocicos, vivió su infancia y juventud en el Salobral. Lleva 22 años como misionera en Bolivia. Después de pasar por el Altiplano y por el valle boliviano, desde hace cinco años vive en la misión del Chapare Cochabambino.
– ¿Cómo nace tu deseo de ser misionera?
– La vocación misionera como todas las vocaciones es un proceso en la vida. En la mía ha aportado mucho mi familia durante mi infancia y juventud. Después también el compromiso en la parroquia de mi pueblo, El Salobral, y aquí en la capital en el Barrio San Pedro y Sepulcro. Siento que todo lo que he ido viviendo durante ese tiempo en la familia, con los amigos y en la parroquia ha ido marcando mi vida para, llegado el momento, decidir compartir con los demás mi experiencia de Jesús y de hacer llegar esa Buena Noticia de esperanza y alegría, de fraternidad y justicia.
– ¿Cuál es tu labor en la misión?
– Mi labor en la misión es compartir con la gente la vida, anunciar y hacer presente la Buena Noticia de Jesús. Bueno, intentarlo, porque esa es la misión pero no siempre se consigue. Los misioneros realizamos este deseo a través de la vida diaria y del trabajo. Visitamos y damos formación en las escuelas y colegios, familias, participamos de las reuniones de organización de las comunidades, atendemos a la gente en sus necesidades, trabajamos en las actividades parroquiales, catequesis, preparamos para los sacramentos. Por falta de sacerdotes también realizamos bautismos y celebraciones de difuntos, dominicales,… Y estamos presentes en el mundo de la salud y en otros campos.
– ¿Cómo es Bolivia?
– Bolivia es un país con una extensión de algo más de dos veces España. Con mucha diversidad: culturas, lenguas, geografía… Es un país de mucha vida, color, alegre, donde la gente comparte, sabe acoger. Y políticamente está viviendo un proceso de cambio.
– ¿Es necesaria la labor de los misioneros?
– Misioneros somos todos, o deberíamos de ser, todos los bautizados. Y somos misioneros allá donde estemos, ya sea en nuestra tierra, en nuestra Iglesia o lejos de ella. En todo lugar es necesario intentar llevar a cabo el Proyecto del Reino de Dios.
– ¿Qué es lo mejor de tu tarea misionera?
– Lo mejor de mi tarea misionera es el darme la posibilidad de compartir la vida con la gente y con ella el descubrir cada día que la vida vale la pena y el sentir que Dios nos quiere.
– ¿Llegan las ayudas de aquí para los misioneros?
– Sí, claro que llegan. En concreto con el compartir de los niños de Primera comunión de la parroquia de Ntra. Sra. de las Angustias y sus papas se está apoyando un proyecto de educación para Yucumo (Beni) y en San Gabriel, en el trópico de Cochabamba. También con el certamen solidario realizado en Peñas de San Pedro se apoyará otro proyecto para mobiliario escolar en un barrio marginal de Cochabamba para una escuelita que acaba de ser inaugurada.