1 de enero de 2007
|
77
Visitas: 77
[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]C[/fusion_dropcap]on motivo de la Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado, el grupo “Vive Jesús” de la parroquia de San José de Albacete (formado, en su mayoría por inmigrantes), ha organizado un Concierto-Oración.
TENDRÁ LUGAR EL 9 DE ENERO, MARTES, A LAS 9 DE LA NOCHE.
Aunque no lo conozcamos personalmente hemos cantado muchas de las canciones compuestas por él: No adoréis a nadie más que a Él, Tan cerca de mí, Baja a Dios de las nubes, Quiero decir que sí, como tú, María, etc.,
La entrada es libre, por lo tanto:¡ESTÁS INVITADO A ORAR ENVUELTO EN LA MÚSICA DE LUIS ALFREDO!
LUIS ALFREDO DÍAZ BRITOS es el nombre del cantautor de origen uruguayo que lleva muchos años de vida y de trabajo en nuestro medio. Es un pionero en el controvertido y sugerente mundo de la canción religiosa y humanizadora. Su producción de canciones y publicaciones es abundante y variada. Ha recorrido y recorre parroquias y grupos dedicando su vida profesional a cantar en directo el mensaje de la fe en Jesucristo y los valores que se identifican con el contenido del Evangelio. Se le puede considerar como el fundador del Multifestival David y mantiene contacto con otros encuentros que se realizan en otros lugares de la geografía española y también en esferas internacionales.
¿Qué MOTIVACIONES te mueven, para el trabajo que estás realizando ?
Hay una motivación básicamente espiritual. Una respuesta a esa Buena Nueva que a mi me anunciaron, a la que yo dije: SI, y desde la que comencé a seguir al Señor. Llevo ya más de 20 años dedicándome a cantar la música religiosa, música evangelizadora y la motivación básica mía es una experiencia de fe, un seguimiento a Jesucristo, un convencimiento de que El es el que da sentido a mi vida y eso hay que anunciarlo evidentemente. Y cuando hago este anuncio no solo lo hago a nivel espiritualista, porque en muchos momentos yo canto Jesucristo, canto Dios, canto Salvación, pero en otros momentos también canto los valores del Reino, canto compromiso, canto protesta o canto denuncia y todo eso es una traducción de esa experiencia que está en la base. Yo creo que sería muy simplista decir que por razón de que mi motivación es principalmente espiritual solamente solo canto Dios puesto que cuando digo Dios digo otras muchas cosas. Muchas de mis canciones, son de tendencia humanista, humanitaria y yo me encuentro perfectamente haciendo un anuncio del Reino, cantando valores.
¿Hasta qué punto influye en tus obras tu experiencia de fe y tu experiencia de Iglesia?
He pasado muchos años en confrontación con la comunidad eclesial, sobretodo durante mi adolescencia, muchos discos míos (Baja a Dios de las nubes, Mundo Nuevo…); son discos de una época en la que yo me estaba cuestionando mucho la poca afectividad y cercanía de la Iglesia con el hombre real, con el sufrimiento del mundo, con la vida. Esto ha coincidido con otras etapas mías de búsqueda, de desengaños a nivel comunitario; pero si cantara lo que he vivido en estos últimos 10 años, hablaría de un reencuentro con la comunidad eclesial, con el convencimiento progresivo de que si mi canto no lo hago desde la comunidad, no sirve, no tiene sentido alguno, de ahí la importancia del Proyecto David, el proyecto pastoral donde estamos integrados con mi mujer y un montón de amigos míos, donde intentamos decir que el artista tiene que estar inserto en la comunidad, tiene que cantar desde la comunidad, tiene que ser enviado desde una comunidad, el cantante es un enviado y necesita estar cubierto.
Yo también he pasado ese tiempo de crítica sistemática, de meterme contra los que están encerrados en las cuatro paredes de una parroquia, lo he vivido, y no es que de pronto me he dado cuenta de que la cosa no es así, yo he asumido la realidad; yo también soy esa Iglesia mediocre, y soy ese que no acepta a los demás, yo me he hecho entonces más Iglesia y desde ahí sigo haciendo mi trabajo, incluso enseñando a mis pastores a que me pastoreen, enseñando a mis hermanos que me tomen en cuenta. Quizá suena a prepotencia, pero solo se trata de que mis pastores no olviden que tenemos que sentarnos a tomar café más seguido: Jesucristo se sentaba con sus discípulos a la mesa y charlaba con ellos integrando la vida real, tal y como es, que no solo se trata de tomar en cuenta las reuniones, el culto, lo estrictamente religioso. Nosotros, que somos personas que entramos y salimos del entorno religioso y pretendemos hacer un anuncio en el mundo secular, cuál no será nuestra necesidad de una comunidad que nos acoja, nos envíe y podamos volver a ella para recibir consejo, contrastar ideas, ser corregidos. Yo conozco a muchos cantautores de varios países y creo que uno de los problemas más graves que tienen es este: que con frecuencia no están pastoreados, que no hay una comunidad que les respalde y no siempre es culpa de la comunidad. Muchas veces es culpa de que el artista se va solo como un quijote y no se puede ser un quijote solo.
¿Con la música se puede evangelizar?
Yo creo que sí estoy evangelizando cuando voy a cantar a tantos lugares; pero para saber si estoy evangelizando lo primero de todo es saber si yo me estoy evangelizando cuando canto esa Palabra.
O sea que tratas de decir que, si el que canta, no está implicado en lo que canta está perdido…
Es lo que dice el evangelio: Es tímpano que retiñe. O sea: que lo bueno es cuando eso se hace desde la vida, desde la verdad.
Yo lo que hago es compartir con otros lo que a mi me ha pasado. Cuando escuchamos un concierto de un cantautor cristiano no deberíamos ver solamente a una persona que solo habla de grandezas, oiremos a una persona que dice: hablo, dudo, caigo, me fastidio, espero, me equivoco, soy falso, pero conozco a Alguien que ha dado su vida por mí y me salva. El misterio de la Salvación lo expresas ahí. Entonces la gente al escucharnos puede decir: no se están predicando a sí mismos (como diría Pablo). Nosotros abrimos nuestro corazón y nos mostramos como somos: unas vasijas de barro rotas.