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14 de mayo de 2012

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«50 años entre los jóvenes (1962-2012)»

Hace 50 años que los primeros pavonianos llegaron a España, y más concretamente a San Sebastián. Desde entonces, un buen número de religiosos y laicos han tratado de vivir el “espíritu pavoniano” y de entregarlo generosamente actualizando el carisma del P. Pavoni y la misión de la Congregación en las actividades y obras desarrolladas durante todo este tiempo.

Verdaderamente el espíritu de nuestro Fundador, Ludovico Pavoni, que nació en el norte de Italia y vivió en la primera mitad del siglo XIX y que entregó y gastó toda su existencia al servicio de los muchachos y jóvenes más pobres y abandonados, sigue vivo y actual en nuestros días.

Durante estos años queremos recordar y agradecer el esfuerzo por conseguir nuevas vocaciones para la Congregación, especialmente en nuestra “casa madre” de Valladolid, donde tantos muchachos y jóvenes, en buen número, pasaron por nuestros seminarios, recibiendo una sólida formación humana y cristiana.

La obra más significativa durante estos años ha sido en los años ochenta en Madrid: el primer Proyecto Hombre en España a favor de los jóvenes toxicómanos.

Aquí en Albacete se van a cumplir en septiembre diecinueve años desde que los pavonianos aterrizaron en nuestra ciudad, y muchos conocen de cerca su trabajo con menores en los pisos de acogida y en la Escuela de formación de Apoyo al Menor “Puente”; su participación en la Asociación “Espíritu y Vida”, su dedicación al mundo de la familia, de los jóvenes y de los más desfavorecidos; así como los conocen los parroquianos del Espíritu Santo, Argamasón y Santa Ana.

Las alegrías más grandes durante estos casi 20 años han sido el gozo de ver a muchos de nuestros chavales con graves dificultades familiares salir adelante en la vida; la suerte y el testimonio de nuestra vida de comunidad, la apertura a los laicos de la Familia pavoniana, amigos, y simpatizantes; y la acogida de la gente manchega y la Iglesia local. Y por último intentar escuchar y hacer felices a tanta gente que ha pasado a nuestro lado.

Al celebrar estos cincuenta años de presencia de los pavonianos en España lo hacemos siguiendo las indicaciones del llorado Juan Pablo II en su carta apostólica que abría este nuevo milenio: miramos el pasado con agradecimiento, tratamos de vivir el presente con ilusión y pasión, y encaramos el futuro con esperanza y confianza.