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4 de agosto de 2013

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La Esperanza de la Resurrección está en nuestros corazones. Una mala noticia ha resonado en nuestros corazones el pasado miércoles. Lágrimas han aparecido en interior de los monitores del Sahúco. Diego, premonitor de la Colonia, se ha ido junto al Padre. Perdía la vida en un fatal accidente en la piscina de su pueblo, La Gineta.

Rápidamente los mensajes se colapsan, sus compañeros en la Colonia se mueven entre el nerviosismo, y la esperanza. José comenta que “sabemos que no está muerto sino que vive, que no se ha ido sino que duerme”.

Antonio en las redes sociales coméntalo ocurrido y dice que “la vida no es justa o injusta. LA VIDA ES BELLA porque Dios la ha creado y TODO ERA BUENO. Nunca creemos que la vida tiene un final y no nos preparamos para ese final. Y pensamos además que ese final está siempre lejano. DIEGO ha disfrutado con nosotros de unos días felices en El Sahúco y disfrutaba de unos momentos felices en la piscina, seguro que con sus amigos y conocidos. Su vida ha tenido un fin que ni esperábamos ni imaginábamos, pero ha disfrutado estos últimos días de la vida con la alegría de la juventud. Su cuerpo ha fallado, dirá la medicina. Para nosotros Dios lo ha visto ya maduro, bueno y perfecto para disfrutar del cielo, aunque quisiéramos que no fuera así o nos gustase que viviera más tiempo entre nosotros. Pero ya lo ha vivido todo y su vida ya es plena. Era de Dios, la ha compartido desde la fe y la alegría con nosotros, y a Dios ha vuelto. Ahí está ahora toda su plenitud y su alegría”.

Martín, uno de sus compañeros monitor en la Colonia escribe en nombre de todos “Diego, muchos momentos hemos pasado juntos…y lo que nos faltarían por pasar. Todo el tiempo que hemos estado contigo nos lo hemos pasado muy bien. Con tan solo dos semanas que hemos estado juntos en estos dos años de Colonia y Campamento creo que nos hemos llevado todo lo bueno y lo mejor que se podía sacar de ti. Siempre se llevan a los mejores y en este caso no se han llevado a uno de los mejores, sino al mejor, al más grande de todos. Por eso queríamos decirte que te queremos, que te vamos a echar mucho de menos y que estés donde estés siempre te vamos a llevar en el corazón. La llama de tu espíritu permanecerá encendida en cada uno de nuestros corazones hasta el fin de nuestros días. Descansa en paz. Adiós amigo. Os damos toda la fuerza posible a vosotros, los familiares y amigos, de parte de todos los que formamos la familia de la Colonia del Sahúco y en especial de sus compañeros monitores. Nuestro más sincero pésame. Damos gracias a Dios por este regalo de haber podido conocer a tan bellísima persona. Diego: Descansa en Paz. Descansa en Dios”.