[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]L[/fusion_dropcap]a Feria de Albacete y la Tómbola de Cáritas están íntimamente unidas. En el Paseo de la Feria, la tómbola nos ofrece una vez más, desde que comenzó en el año 1952, la oportunidad de participar en la labor de Cáritas mediante la compra de los boletos y probar suerte en la obtención de los premios, si bien hoy en día es también “un escaparate al que nos podemos acercar más detenidamente, en esta feria tan visitada, alegre y colorida, que muestra lo que hacemos en Cáritas y las posibilidades que tenemos todos de colaborar en sus diversos proyectos y acciones”, explica la presidenta de Cáritas de Albacete, Carmen Escribano.

Carmen, ¿Con qué objetivos vuelve abrir Cáritas la tómbola?
El primero de todos, indicar que seguimos estando ahí, que también estamos en las fiestas, que son encuentro y solidaridad. El segundo, animar a que toda la gente pueda tener la oportunidad de participar en Cáritas a través del juego de la tómbola y mostrar la posibilidad de colaborar en lo que venimos haciendo. En este sentido, en esta feria tan visitada, tan alegre y tan colorida, la tómbola es un escaparate de lo que hacemos en Cáritas: en nuestros talleres de la Prisión; en el taller del Centro de Atención a Personas Sin Hogar; con los productos de Romero, de Comercio Justo; también mostramos las plantitas de nuestro Vivero del Sembrador…

Porque cada vez que compramos un boleto estamos colaborando no sólo con Cáritas, sino también con otras muchas instituciones a las que Cáritas compra esos productos que nos pueden tocar.
Sí. Una de ellas es la de consumo responsable en nuestra tienda Romero, de Comercio Justo, que está en la calle Hermanos Jiménez, nº 13, donde tenemos productos de Palestina, que compramos a trabajadores de aquella zona tan castigada. También colaboramos con Petén, en Guatemala, lugar con una presencia importante de misioneros de la Diócesis de Albacete, y compramos y regalamos como premio en la tómbola productos artesanos que hacen allí como las cucharas de madera; y con nuestra Fundación El Sembrador. En definitiva, resaltamos una serie de acciones que venimos haciendo, y detrás de cada premio hay un trabajo que repercute y tiene siempre el valor importante de la persona, que es el eje central de nuestra acción.

Y una vez que se cierra el día 17, ¿A dónde destina Cáritas el dinero que ha recaudado en la tómbola?
En Albacete, tenemos un proyecto de Economato en el que estamos atendiendo a unas 150 familias; también hemos puesto en marcha este año un Campo de Trabajo con Infancia, que ha sido una experiencia muy ilusionante, muy grata, muy bonita, tanto para los niños que han participado como para los monitores que han estado allí este verano. No se nos olvide tampoco que seguimos estando en la Prisión, es decir, que tenemos muchos frentes que atender con lo que obtenemos en la tómbola, que es uno de los principales sostenes económicos de Cáritas. El año pasado, recaudamos setenta mil euros, que está muy bien en los tiempos que están corriendo. En esta edición tenemos el sueño de llegar a los cien mil euros, con la ayuda de todos.

Y como cualquier proyecto de Cáritas, todo gracias a los voluntarios.
Sí. Este año hemos tenido un equipo de tómbola impresionante al que desde aquí le doy las gracias, aunque personalmente ya lo hemos hecho desde el equipo directivo de Cáritas. Gracias a esas personas las empresas colaboradoras que nos han regalado productos han sido ciento veintinueve, a las que agradecemos su donación poniendo su nombre comercial en las pantallas de la tómbola. El año pasado fueron veintiséis. Ésta es una labor ingente de personas que tienen la tómbola en su corazón, que trabajan sin mirar horas ni tiempo. Además de la labor de unos trescientos voluntarios en las casetas de venta de la tómbola.