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10 de agosto de 2014

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En un momento como el que vivimos, en el que la brecha de desigualdad social es cada vez más elevada y asistimos a un progresivo empobrecimiento de la sociedad, desde Cáritas queremos lanzar un mensaje de esperanza a través de nuestra Tómbola. Para nosotros es la oportunidad de mostrar lo mejor que tenemos, y de ofrecer a la ciudad la posibilidad de participar en la construcción de una realidad visible y palpable de solidaridad, fraternidad y justicia… una realidad construida entre todos, porque no podemos olvidar que Cáritas somos todos.

Como cada mes de agosto, la ciudad de Albacete se prepara para una de sus citas más solidarias. Después de meses de trabajo, la Tómbola de Cáritas abre sus puertas un año más. La primera vez que lo hizo fue en 1952 para financiar la construcción de unas viviendas sociales promovidas por el obispado. Hoy, 62 años después, aunque con muchos cambios, la Tómbola sigue siendo un referente que permanece fiel a sus mismos objetivos: financiar las acciones y los proyectos de Cáritas Diocesana de Albacete.

Durante todo el año estamos al lado de las personas que lo necesitan, acompañando a familias en situación de vulnerabilidad, apoyando a mujeres y hombres en diferentes procesos de reinserción laboral, o colaborando en programas de desarrollo llevados a cabo en Guatemala, Haití, Gaza o Filipinas… pero ahora, en estos días de feria y fiestas, Cáritas también quiere compartir la alegría de la ciudad y estar cerca de sus vecinos y vecinas. Albacete al completo se engalana para vivir sus días grandes en honor a la Virgen de los Llanos, y una parte importante de Cáritas también está ahí, en el Paseo de la Feria, con la ilusión de todas las personas que hacen posible que un año más, la Tómbola abra sus puertas.

Este año la tómbola pondrá a la venta 461.264 papeletas, de las cuales más de 111.500 contienen premios directos, entre los que se encuentran estancias en hoteles, bicicletas, lotes de vino o de productos de alimentación, cámaras de fotos o premios elaborados en los talleres de Cáritas, o relacionados con la Fundación el Sembrador, impulsada por la Institución, como son los productos de comercio justo, o las plantas del vivero de Hellín. Pero en nuestra Tómbola, todas las papeletas son importantes, pues con ellas se puede optar a otros premios, entre los que se encuentra un coche. Pero además de los premios, tan esperados por muchos, no podemos olvidar que detrás de la Tómbola hay mucho, mucho más. Hay historia, pues 62 años dan para mucho. Recuerdos, fotografías, vivencias, paseos con nuestros padres, abuelos, hijos y nietos… ¿quién no se ha dejado nunca envolver por la magia de la Tómbola? en sus años de andadura, se ha convertido en parada obligatoria para muchas familias, y son incontables los recuerdos que todos tienen de ella. Detrás de la Tómbola también hay compromiso, el de todas las personas que la hacen posible;  hay ilusión, alegría, sueños, que nos llegan también de la mano de las 17 personas que este año han sido contratadas para estos días, la mayoría procedentes de la bolsa de empleo de Cáritas… pero sobre todo, detrás de la Tómbola hay justicia, empleo, y dignidad para las miles de personas con las que trabajamos cada año, pues no podemos olvidar que el fin último de este proyecto pasa por financiar todos los programas que llevamos a cabo durante todo el año.

Este año, nuestra Tómbola ha multiplicado por 5 en número de colaboradores. Un hecho que demuestra que pese a las dificultades, son muchas las empresas y colectivos que quieren poner su granito de arena y colaborar con las personas que más lo necesitan. Son 129 las empresas que han querido formar parte de esta familia, a través de la donación de diferentes productos. Pero además de las empresas colaboradoras, la Tómbola no sería posible sin su esencia: el papel de los voluntarios. Más de 300 personas que dedican su tiempo y su esfuerzo a su puesta en marcha. Un gran equipo no solo trabaja los días de apertura, vendiendo boletos, entregando regalos, colocando el escaparate o el almacén… sino que su esfuerzo se extiende a lo largo de todo el año, buscando la forma de sacarla adelante. Es el tesón, la entrega y la creatividad de todos ellos los que lo han hecho posible.

Con esta ilusión arrancamos un año más el que se ha convertido en el proyecto más importante de Cáritas, porque es algo de todos, trabajadores, voluntarios… y de toda la ciudad. Un escaparate donde exponemos lo mejor de nosotros: nuestro empeño por ayudar a quien más lo necesita.