18 de noviembre de 2012
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– Luis Enrique, ¿Qué le dice este lema: La Iglesia contribuye a crear una sociedad mejor?
– Primero, reconocer la tarea y la misión que la Iglesia está desarrollando siempre, pero en estos años, porque la crisis es fuerte y las necesidades de atención a las familias y a las personas han aumentado, la acción social y caritativa de la Iglesia tiene más nitidez. Y junto a esta tarea, la Iglesia también hace una labor de formación: la crisis nos pone al descubierto que nace de una falta de valores y de educación: el cardenal Rylko nos hablaba en el Congreso de la Pastoral Juvenil de la emergencia educativa, que es un concepto que suscribe el Papa.
– El Día de la Iglesia Diocesana nos habla también de la necesidad de tomar conciencia de lo que somos.
– Si. Somos creyentes que formamos parte de una comunidad parroquial y en la medida en que ésta se une a las demás, junto a su obispo, constituye la Iglesia Diocesana en cada provincia o lugar determinado. La nuestra es la Iglesia de Albacete que coincide la Diócesis con los límites de la provincia de Albacete. Y queremos llegar a cuantas más personas mejor, promoviendo un ambiente cultural donde los valores de la persona, de la vida, los valores del Reino, vayan tomando cuerpo en nosotros, de manera que nadie se encuentre desvalido, sin referentes básicos para vivir el presente que le toque vivir.
– Son muchas las tareas que la Iglesia hace y su mayor fuerza son los voluntarios, en todos los órdenes: catequistas, pastoral de la Salud… Y en Cáritas están en torno a 900.
– No tenemos un censo real del voluntariado, porque varía cada año el número de los voluntarios en las parroquias, pero son tantas las personas que trabajan en la Diócesis de forma gratuita y desinteresada, poniendo al servicio de los demás sus cualidades personales, cualificación profesional, su tiempo… esto sería impagable. Tantas cosas que se hacen que no tienen remuneración económica… y con motivación, con gozo, desde la vivencia de la fe que nos lleva a dedicar lo que somos y tenemos para hacer una sociedad mejor, más justa, solidaria y más digna de la vida de las personas. En estos momentos, en que socialmente tenemos un reto de identidad, un reto de aceptación, porque es mucha la crítica que recibimos, vemos la necesidad de dar a conocer cuál es la tarea y cuáles son las personas.
– La Iglesia cuenta con cada uno de nosotros. Cada uno es importante y tiene un papel que hacer, empezando por ofrecerse a su parroquia.
– Así es. Pediría, primero, sentirnos Iglesia: si somos creyentes, la mejor manera de amar a la Iglesia es sentirse Iglesia y aportar tu grano. Posiblemente, la aportación de cada uno de nosotros sea insignificante, pero un grano con otro grano es un granero que está llamado a crecer y a dar fruto. Cada persona es importante: que nadie podamos decir: pues como otro lo hace… no, no, todos tenemos un papel que hacer, y si tienes motivación, que eso es lo fundamental y tiempo, acércate a la parroquia, ofrécete, que tarea hay para todos: entre todos hacemos una sociedad mejor que es el lema. Por eso, ayuda a tu parroquia, implícate, da lo mejor de ti a tu parroquia y estarás contribuyendo a hacer una Diócesis mejor, que anuncia el Evangelio, que es referencia de la vivencia de Cristo y que es feliz porque camina a vivir la plenitud.
– Por otro lado, está la campaña económica, pues la Iglesia la mantenemos todos los cristianos.
– La colecta de la Iglesia Diocesana tiene esta dimensión de equilibrar las posibilidades económicas de todas las parroquias, de compartir los bienes, porque la realidad de las parroquias es muy diversa entre ellas: las hay que no pueden pagar ni la luz. Por ejemplo, el 29 de septiembre inaugurábamos con alegría y gozo la Iglesia de Santo Domingo en el extrarradio de Albacete, una parroquia que el grupo de creyentes del barrio nunca habría podido construir y se ha hecho a cargo de la Diócesis, pero… ¿Qué es la Diócesis sino nosotros?
– Luis Enrique, finalmente, ¿Qué nos pediría en este día?
– Pues que vivamos con gozo y alegría este Día de la Iglesia Diocesana, que es nuestro día. Vamos a anunciarla y a dar con nuestra vida una imagen de esta Iglesia que cuenta con cada uno de nosotros.