(VERITAS) “La Iglesia y los presos” es el tema elegido para la Semana de Pastoral Penitenciaria, que organizada por la Conferencia Episcopal Española (CEE) tendrá lugar del 18 al 24 de septiembre en Madrid. En el documento de trabajo preparado para esta ocasión se recogen dos preguntas fundamentales: ¿Cómo ven los presos a la Iglesia? y ¿Cómo ve la Iglesia a los presos? Para responder a la primera, el capellán del Centro Penitenciario de Picassent (Valencia), el mercedario Juan Carlos Fortón, presenta como referencia una encuesta realizada a 100 personas de esa prisión (80 hombres y 20 mujeres), de los que 75 se declararon católicos, 15 pertenecientes a otras religiones y 10 se confesaron ateas.

 La encuesta revela que el 40% de los encuestados consideró “positiva y suficiente su postura creyente, mientras un 31% la valoró insuficiente y negativa”. Respecto a la experiencia personal que los presos han tenido con la Iglesia, un 38% afirma no haber tenido una “relación concreta”, un 57 % sostiene que le ha dejado “buen sabor de boca” y un 5 % que “ha sido traumática o negativa”.

El padre José Sesma, director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la CEE dijo que estos datos no le han “sorprendido”. “No se ha de olvidar que las personas presas constituyen una “micro sociedad” que vive forzosamente enclaustrada en las cárceles y reflejan la misma realidad que se constata en la “macro sociedad” (que vive y disfruta libertad) de la que proceden”, recuerda.

El padre Sesma considera que “la Iglesia ha sido, es y seguirá siendo fiel a la visión que Cristo nos da en el Evangelio de las personas presas”, y recuerda que también “Cristo pasó por la experiencia de la cárcel como preso y, condenado, y que murió ejecutado” y afirma que “los cristianos somos discípulos de un preso”.