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27 de diciembre de 2015

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Hoy celebramos la fiesta de la Sagrada Familia. Recientemente con motivo de la jornada de formación en nuestra Diócesis sobre el COF (Centro de Orientación Familiar) nos visitó el P. José Luis Parada, religioso franciscano afincado en Murcia, profesor del Centro de Estudios Teológicos de esta ciudad y uno de los responsables del COF de la misma. Ciertamente él es un buen especialista en temas familiares.

PREGUNTA. En primer lugar le agradecemos que haya venido a compartir con nosotros esta jornada formativa del COF aquí en Albacete. ¿Cómo ha sido este en­cuentro?

RESPUESTA. Llevamos ya mucho tiempo en contacto. Simplemente ahora he cumplido con el compromiso que tenía con la diócesis de Albacete de ayudar en este campo. Cuando se inició el proyecto yo mismo me ofrecí a colaborar en todo lo que pudiera: asesorar, ayudar, incluso colaborar en tratamientos clínicos. Por eso aquí estoy.

P. La familia nos preocupa a todos mucho hoy, ahí está el Sínodo recientemente celebrado. Un experto en la familia ¿cómo la ve, qué nos dice de ella?

R. La familia goza de buena salud. Pero hay que seguir cuidándola, pues sin la familia, ni en la sociedad, ni en la Iglesia se puede hacer nada. Por tanto debemos cuidar de la familia con todos nuestros medios. Sobre todo cuidar de la familia cristiana es tarea primordial de la mejor pastoral de nuestras parroquias.

P. ¿Qué dificultades, qué peligros tiene hoy la familia?

R. El gran reto es poder acertar con una buena educación para los hijos. Este acertar hay que verlo como en tres ejes, que se pueden concretar en responder a las tres “p” de la realidad familiar: persona, pareja, padres. Mirando a la persona vemos que a veces hay mucha inmadurez, hay un gran déficit de formación. Si miramos a la pareja vemos que estamos en ambientes muy permisivos sin referencia a los grandes valores que hace difícil entender lo que es la unión de un hombre y una mujer. Y en tercer lugar los padres tienen que estar aprendiendo continuamente a ser padres en la universidad de la familia, es decir, de la misma vida. Por eso hay que buscar grupos, movimientos que ayuden a identificarse con los valores de la familia cristiana. Hay que paliar todos los aires tóxicos que nos envuelven.

P. ¿Qué puede ofrecer hoy la Iglesia a la familia?

R. Hay un gran criterio que hay que tener en cuenta y que es nece­sario recordarlo siempre, es lo que decía S. Juan Pablo II “familia, sé tú misma”. Por tanto hay que recuperar todos los instrumentos que tie­ne la Iglesia para ayudarnos a vivir este ideal de ser lo que debemos ser. Ahí están los movimientos familiaristas que las diócesis, las parroquias tienen para ayudar a sus fieles en este campo. El laico cristiano, viviendo con todas sus consecuencias en el seno de su familia, puede conseguir la mejor calidad en su compromiso pastoral con la Iglesia.

P. ¿Qué consejos, puntos prácticos nos propone para cuidar las familias?

R. Pues la educación en el amor. Hace falta una formación seria, continuada con una serie de programas que se van llevando a cabo y evaluando. Hay que llegar a que la familia sea el centro que produce una buena gratificación personal. La familia debe salir de sí misma, ser solidaria con los demás. No es que queramos que vaya con un megáfono gritando lo que la familia deber ser, pero sí debe mostrarlo con su testimonio diario, en su vida de cada día, en su trabajo, en su una manera de vivir los valores que ella, sobre todo la familia cristiana, debe aportar a la sociedad. De esta manera la familia se convierte en un lugar privilegiado para llevar adelante eso que tanto necesitamos en la nueva evangelización como es el diálogo de fe y cultura.

P. En Albacete se va a abrir un COF, ¿Nos puede explicar que es un COF?

R. Pues como su nombre lo indica es un centro de orientación familiar. Es una institución eclesial que tiene como idearium asumir las dificultades de la familia. El COF de cada lugar se encuentra día a día con la parte más doliente de la misma. Pero el Centro tiene la misión de iluminar, de ayudar, de orientar para superar esas debilidades, esas dificultades en la vida familiar. Y, naturalmente, todo lo hace desde una perspectiva humanista cristiana, intentando ayudar a la gente a vivir sus problemas familiares desde la fe y la esperanza.

Desde la experiencia que vamos teniendo, vemos cuán grandes son los frutos de esta Institución, cuando vemos cómo muchos esposos, padres e hijos encuentran ayuda y solución a muchos problemas que humanamente parecían insolubles. Espero que el COF de Albacete también haga un inmenso bien a muchas familias.

Pues muchas gracias P. José Luis, por compartir con nosotros esta experiencia y sabemos que contamos contigo ya que seguirás ayudándonos en todo lo que necesitemos. Y gracias a la delegación de Familia y Vida que lleva varios años trabando para hacer realidad este proyecto tan hermoso y que tanto bien puede hacer en la diócesis de Albacete.