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24 de agosto de 2007

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Apenas medio año después de que monseñor Ciriaco Benavente Mateos dejase vacante la Diócesis de Coria-Cáceres tras su designación por el Papa como obispo de Albacete, la diócesis vacante de Coria, acogerá a su nuevo obispo el día 2 de septiembre, Francisco Cerro Chaves, que al igual que ocurrió con su predecesor, nuestro actual obispo de Albacete, es también extremeño.

Con 49 años, monseñor Francisco Cerro Chaves tiene ante sí el reto de una diócesis de gran extensión, con unos 220.000 fieles y un clero, al igual que ocurre en otras partes de España, con una media de edad bastante alta y obligado a repartir su labor pastoral entre más de una parroquia. A su favor cuenta ya con el conocimiento de una tierra que reconoce como suya y a la que siempre ha estado vinculado, según confiesa, y una trayectoria pastoral en la que destacan su permanente contacto con el mundo de los jóvenes (con numerosas publicaciones dedicadas especialmente a su formación espiritual), así como sus libros de oración y espiritualidad, traducidos a varias lenguas, y su honda formación espiritual, desarrollada en la dirección de ejercicios espirituales y cursos de espiritualidad de Teología en muchas diócesis españolas y de Iberoamérica.

El nuevo obispo diocesano de Coria-Cáceres anunció que centrará su ministerio en otros tres pilares: la atención a los pobres, la vivencia de la experiencia de Cristo y la comunión eclesial, procurando, según sus propias palabras, «que la diversidad de carismas estén al servicio de la unidad de la fe, de la que depende notablemente la eficacia de la acción evangelizadora en el mundo contemporáneo».

Nuestro Obispo, D. Ciriaco, que hasta hace unos meses regentó la Diócesis de Coria-Cáceres, participará en la ceremonia de ordenación de su sucesor. Desde Albacete enviamos a D. Franscico Cerro nuestra cordial felicitación, con el deseo de que tenga un fecundo pontificado.