6 de julio de 2007
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El sábado, 14 de julio, a las 11 de la mañana en la Santa Iglesia Catedral, el Obispo de Albacete, Ciriaco Benavente, ordenará sacerdotes a dos jóvenes de nuestra provincia. Fernando Munera, natural de Albacete se convertirá en el cura más joven de la Diócesis y tiene prevista su primera misa el domingo, 15 de julio, a las 8 de la tarde en la parroquia de San Juan de Albacete. Mientras que Juan Molina celebrará su primera misa también el domingo a las 8 de la tarde en su pueblo natal, Peñas de San Pedro.
Hemos hablado con Juan Molina, está contento y muy ilusionado. Tiene una gran vitalidad. Transmite paz y esperanza en el futuro. Es un joven entregado a la causa de Dios.
Preséntate
Tengo 29 años y fui ordenado diácono hace unos cuatro meses. Ahora estoy en la parroquia del Pilar de Albacete. Y pronto llegará el que seguro que va a ser el día mas importante de mi vida. El día en el que D. Ciriaco, el Obispo de Albacete, me ordenará de sacerdote, si Dios quiere.
Cuéntanos cómo nace tu vocación
Dios llama desde el principio de la creación a los hombres. Los llama a colaborar con él en la obra de la creación. A ser imágenes de su Hijo. Dios hoy sigue llamando desde las cosas más cotidianas. Él se vale de personas, de circunstancias y acontecimientos para mostrarte el camino. Yo le descubrí leyendo la Biblia. Un día en mi pueblo, aburrido, sin amigos, abrí la Biblia al azar y salió un pasaje de San Juan que decía: “Vosotros sois mis amigos”. Sentí la presencia de alguien vivo que estaba detrás de aquellas palabras. Me fui incorporando a la parroquia en catequesis, en el coro, de monaguillo y fui descubriendo que Cristo estaba vivo, estaba presente en la eucaristía, en los pobres, en la Biblia, en los sacerdotes, en tanta gente que se estaba entregando a Él y que vivían de su amor. Cada vez me fui comprometiendo mas con la Iglesia hasta que un día descubrí que mi vida fuera de Cristo y del servicio a la Iglesia ya no tenía sentido. Y aquí estoy.
¿Qué se siente cuando faltan pocos días para ser ordenado sacerdote
Estos días estoy experimentando un gran sentimiento de gratuidad por el don que he recibido. Ahora entiendo las palabras de Juan Pablo II “Dios te lo da todo y no te quita nada”. Dios me ha regalado la vida, la fe, la vocación, mi familia, todo lo que soy y lo que tengo y hasta su propio Hijo, Jesucristo que me amo y entregó su vida por mi. Y todo me lo ha dado gratis, sin pedirme nada a cambio. Ha confiado en mí a pesar de mis fallos, mis errores y mis infidelidades. Hoy vivo un gran sentimiento de gratuidad, de acción de gracias y continuamente pongo en mis labios el Magnificat y junto con María repito “proclama mi alma la grandeza del Señor”
¿Cuáles son los desafíos que el sacerdote del s. XXI se tiene que enfrenta?
Hoy continuamente hay que dar razón de la fe con palabras y con obras. Un gran reto es éste. El diálogo fe y razón. Una vida santa que testimonie lo que hacemos y vivimos. Es necesario un lenguaje nuevo. Ante el relativismo y el desgaste de los valores tradicionales hay que dar objetividad a la fe y buscar la verdad. Existen muchos retos: inmigrantes, la familia cristiana, los jóvenes, la relación iglesia y medios de comunicación, la transmisión de la fe, etc. Para mis todos estos retos están bien aunque yo me he marcado algunos más pequeños: Hacer ver a la gente que Cristo esta presente en sus vidas y que la vida solo tiene sentido en Aquel que nos lo ha dado todo. El misterio del hombre sólo puede esclarecerse tomando como modelo al hombre perfecto: Cristo. El es nuestra meta y el sentido de todo lo que somos y de lo que hacemos.
Cómo ve un cura joven la juventud de nuestros pueblos y de nuestra Ciudad
Pues genial. Hay una frase de San Agustín que dice: “me hiciste Señor para ti y mi corazón no descansará hasta que este en ti”. Los jóvenes buscan, necesitan dar sentido a todo. Están en continuo cambio y cuando se les presenta un estilo diferente de vida, cuando se les presenta otras opciones de vida distintas a las que ofrece un mundo sin valores y sin sentido, ellos responden. Creo que minusvaloramos a los jóvenes. Para mi los jóvenes son la esperanza de la Iglesia y necesitan sacerdotes jóvenes que les acompañen mostrándoles el camino de la Vida. Creo que los jóvenes están muy solos y necesitan de todos.
CUESTIONARIO
Tu mejor recuerdo: Una oración en el Sahuco a la luz de las estrellas.
Un libro: Los reglones torcidos de Dios.
Una canción: Maruja limón, Resistiré y la Celda de castigo.
Un sueño: Mi primera misa
Algo que te quita la paz: No ser fiel a lo que el Señor pide de mí.
Que te sugieren estas palabras:
Seminario: estudio, oración, compañeros.
Sacerdocio: entrega, servicio.
Virgen Milagrosa: las Hermanas Hijas de Caridad que me enseñaron a conocer a Jesús.
Caridad: la fuente donde bebe el sacerdote. Don y tarea.
Cristo del Sahúco: La imagen que me enseñó a entregarme y darlo todo.
Peñas de San Pedro: El regalo más grande que Dios me ha dado ha sido mi familia y la gran familia de mi pueblo que me quiere con locura como yo a ellos.
Vocaciones: un reto, regalo de Dios.