4 de enero de 2016
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Una tarde intensa y llena de emoción. Rostros conocidos y un sentimiento en el ambiente: Gracias.
Gracias por conocer a D. Alberto que ha sido un hombre de entera oración y de un profundo amor al Evangelio. Un hombre que ha querido cumplir la voluntad del Padre.
Numerosos obispos y sacerdotes junto a los diocesanos de Madrid han acompañado la oración y el recuerdo del obispo natural de Albacete. Destacamos la presencia de D. Victorio, muy emocionado, y de D. Francisco, cercano en todo momento a la diócesis. El arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, en su homilía reconoció conocer a D. Alberto cuando era seminarista en la Colonia del Sahuco, junto al Cristo del Sahúco.
D. Carlos Osoro también reconoció que la vida de D. Alberto fue una entrega por amor y que su vocación a lo largo de su vida ha sido la de amar. «Por amor llegó un 4 de enero de 1923. Hoy cumpliría 93 años. Por amor fue ordenado sacerdote el 13 de julio de 1958 en Albacete. Por amor se entregó al servicio de la Iglesia en la diócesis albaceteña como formador del seminario, y por amor a la Iglesia en 1972 fue ordenado obispo auxiliar de Madrid. Por amor renunció al gobierno pastoral en 1998, pasando a ser auxiliar emérito de Madrid. Ha pasado de la muerte a la vida, porque amó. Con esta convicción vivió don Alberto».
Al final del funeral, el arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro ha tenido de nuevo unas palabras para monseñor Alberto Iniesta: «Este último adiós está marcado por la gratitud y el reconocimiento hacia una vida sacerdotal y episcopal gastada en el servicio de Dios y de la Iglesia. Que en esta oración le siga encomendando las manos del Padre Celestial con la intercesión de la Santísima Virgen María, en esta advocación de Santa María la Real de la Almudena, y de todos los santos pastores».
Después, el cuerpo de D. Alberto Iniesta ha sido enterrado en la capilla de Nuestra Señora del Buen Consejo de la misma Colegiata.