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25 de septiembre de 2016

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Ayer se celebró en el Centro Penitenciario de la “Torrecica” la fiesta de Ntra. Sra de la Merced. El acto central del día fue la Eucaristía celebrada por el Obispo de Albacete, Ciriaco Benavente, y preparada por todos los asistentes en un ambiente festivo y alegre. Pero la presencia de la Iglesia de Albacete en el Centro no se reduce solo a ese día. Durante todo el año un amplio equipo de voluntarios hacen realidad la frase del Evangelio: “Estuve preso y vinisteis a verme”, empleando su tiempo en visitar y acompañar a quienes muchas veces nadie lo hace.

El equipo está comandado por el Capellán de la prisión. En este mes el Padre Paul José Luis Crespo (al cual hay que agradecer el trabajo realizado durante estos años) ha dado el relevo a el también Paul, Francisco Javier Aguinaco. El Capellán visita a los reclusos de lunes a viernes acogiéndoles y acompañándolos. Los viernes celebra la eucaristía del domingo en las dependencias comunes de la prisión junto a un equipo de voluntarias de las Luisas de Marillac, una Franciscana y una Hija de la Caridad.

Los lunes dos voluntarias realizan un taller de lectura. Esta actividad permite a los participantes formarse, sentirse partícipes de otras historias, viajar a otros tiempos y ser libres con la imaginación y el espíritu. Además se educa en valores, como la escucha y el respeto a los demás. El taller permite acompañar en el sufrimiento, las alegrías, las preocupaciones y miedos del recluso, dar ánimo y esperanza, aligerar la carga y la culpa sin juzgar.

Los martes y jueves se tiene la catequesis para mujeres y hombres respectivamente. Las mujeres son acompañadas por una Hija de la Caridad y los hombres por las Hermanas Mercedarias y voluntarios de parroquias. De una manera muy sencilla y basado principalmente en la escucha y el diálogo se transmite el mensaje liberador de Jesús. Mediante el evangelio se les hace ver que a pesar de haber perdido temporalmente su libertad no han perdido su dignidad como personas, como hijos de amados de Dios.

Los voluntarios también visitan y ayudan a las familias y se hacen presentes el día de Reyes llevando un obsequio a todos los internos.

El trabajo de Cáritas en prisión

Cáritas Diocesana de Albacete empezó, hace ahora 16 años, el programa “Abrir Ventanas”, que tiene el objetivo de promover el desarrollo integral de las personas privadas de libertad. En un principio se puso en marcha solo con mujeres, pero poco a poco fue abriéndose para tratar de atender así las necesidades de las personas que más lo necesitan. La cárcel es un espacio tremendamente deshumanizado por lo que la intervención y el acompañamiento que prestan asociaciones, congregaciones e instituciones como Cáritas se vuelve fundamental para las personas que se encuentran en prisión, y que, en algunas ocasiones, apenas cuentan con apoyo.

“Abrir Ventanas” trabaja de forma integral y coordinada, tanto con el propio centro penitenciario, como con el resto de entidades que prestan allí sus servicios. También está íntimamente conectado con el resto de programas de Cáritas Diocesana de Albacete, pues el trabajo en la Torrecica se lleva a cabo desde una perspectiva global, poniendo en juego todos los recursos con los que cuenta la Institución para tratar de promover procesos personales que favorezcan la reflexión, el cambio y la evolución de la persona.

Cáritas trabaja en el ámbito penitenciario desde diferentes perspectivas. La primera de ellas viene de la mano de los talleres ocupacionales y cursos formativos que se promueven y por los que van pasando diferentes personas. En estos momentos hay en marcha dos talleres de encuadernación y uno de manualidades, en los que participan 30 personas. La selección de participantes la hace la propia Institución, que trabaja sobre todo con personas que tienen condenas de media o larga duración, para facilitar que se cumplan los objetivos del programa, ya que se necesita un tiempo de intervención. Se da prioridad a las personas que apenas cuentan con ingresos y que carecen de habilidades básicas. De esta manera, y bajo la actividad de la encuadernación, se trabajan otros aspectos esenciales como el cumplimiento de normas, de horarios, hábitos de limpieza, el cálculo o el trabajo en equipo…  proporcionándoles al tiempo diferentes herramientas para poder hacer frente a la dura realidad que viven.

A margen de los talleres, el programa trabaja también de forma individualizada con las personas del taller, tratando de aclarar sus dudas, de acompañarles en el proceso, y de dar respuesta a sus necesidades más urgentes. Otra parte del trabajo se desarrolla con las familias de los reclusos, a las que también se presta apoyo y a través de la sensibilización a la sociedad, visibilizando la realidad de las personas privadas de libertad, rompiendo así con los estereotipos que muchas veces les acompañan.

De esta manera, “Abrir Ventanas” trabaja desde tres niveles de intervención:

  • Prevención, a través de los diferentes programas de Cáritas Diocesana de Albacete, como el de Infancia, Mediación Jurídica, Orientación Laboral o Atención Primaria.
  • Apoyo durante su estancia en prisión. Este puede decirse es el ámbito en el que más trabaja el programa, pues se trata de un paso intermedio entre la prisión, y la vida en libertad. Siempre se tiene presente la reincorporación social,  familiar, laboral y ocupacional… El apoyo también se presta en ámbito extra penitenciario, trabajando y acompañando a los familiares de las personas presas.
  • Reinserción, trabajando así la preparación a la libertad de las personas reclusas de manera coordinada con otros programas de acción social que lleva a cabo Cáritas.

Cáritas trabaja poniendo en el centro a la persona, para ello parten de sus intereses, capacidades, posibilidades y motivaciones de cada una de ellas aprovechando sus conocimientos para compartirlos con el grupo y haciéndoles protagonistas y responsables de sus vidas, favoreciendo experiencias positivas y de crecimiento.

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