9 de febrero de 2013

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Juana Perete es la presidenta de la Delegación de Manos Unidas en Albacete, la Organización de la Iglesia en España para la ayuda, promoción y desarrollo del Tercer Mundo, y nos habla de la Campaña contra el Hambre de este año, para concienciarnos de las muchas injusticias que sufren las mujeres en los países en vías de desarrollo. Asimismo, la colecta de las parroquias en las misas de este fin de semana se destinará a financiar el proyecto de Manos Unidas “Mejora Sanitaria en 11 Comunidades en la República Dominicana”.

– ¿Qué objetivos tiene la LIV Campaña contra el Hambre “No hay justicia sin igualdad”?
– Desde hace ya seis años, las campañas de Manos Unidas se basan en uno de los ocho Objetivos del Desarrollo del milenio. Este año, nos centramos en el tercero, que es “Promover la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer”, y partiendo de que consideramos al hombre y a la mujer con la misma dignidad, vamos a tratar de explicar a la sociedad de Albacete que la situación de la mujer en los países del Sur está a años luz de conseguir esa dignidad, pues está sumida en una discriminación total.

– ¿Qué está pasando para que las mujeres sufran esta discriminación?
– Principalmente, se dan cuatro factores: el primero, la pobreza y el hambre que afectan especialmente a las mujeres, que constituyen el 70% de los 1.300 millones de personas que viven en pobreza extrema. Si no hay comida, la que no come es la mujer. Esta apartada de cualquier oportunidad… hasta para comer. La situación es alarmante, por lo que erradicar el hambre es uno de los pilares fundamentales de Manos Unidas.

Otro factor es el analfabetismo: cerca de mil millones de personas no saben leer, dos terceras partes de las cuales son mujeres, lo que provoca desigualdad entre los dos sexos y hace dependiente a la mujer del hombre. Por eso, el sector de proyectos educativos es al que más dinero y recursos destina Manos Unidas.

Los otros dos factores son: el abuso sexual y tráfico de mujeres y niñas -hasta dos millones de mujeres y niñas al año son mercancía de tráfico ilegal a través de fronteras internacionales, la mayoría de ellas con la intención de ser vendidas y explotadas sexualmente-, y la dificultad para acceder a los recursos naturales y al crédito, lo cual impide el aumento de la productividad y los ingresos de la mujer.

– ¿Cómo podemos ayudar desde aquí a solucionar esta situación?
– Colaborando con nuestras aportaciones económicas en las iniciativas y proyectos de Manos Unidas, ya sean sobre sanidad, agrícolas, educativos o sociales, en los que siempre se beneficia la mujer. Por ejemplo, con la la gala que hemos tenido en el Teatro Circo, vamos a financiar un proyecto en Togo, que es conseguir agua potable para una comunidad de 7.500 personas, y está dedicado especialmente a las mujeres, porque son ellas las que van a por agua a 10 ó 15 kilómetros cada día. El enfoque de Manos Unidas es promover la igualdad entre hombre y mujer haciendo valer a la mujer: que ella misma consiga esa autoestima que todo ser humano debe tener, pero siempre mentalizando al hombre que tienen que ir los dos juntos en ese caminar.

– ¿Cómo se canaliza la ayuda?
– Nuestra relación es con los responsables de cada proyecto, que suelen ser misioneros y que con la ayuda de estas personas con las que conviven y por las que están dando su vida, ven las necesidades que tienen allí para poder salir del subdesarrollo. Entonces, cuando solicitan un proyecto, Manos Unidas les exige mucho para poder aprobarlo, sobre todo, que los beneficiarios sean parte del mismo: que aporten mano de obra, materiales, suelo… porque así lo hacen suyo, es decir, no se lo hacemos todo, porque lo que pretendemos es darles la fuerza inicial y que sean ellos los protagonistas de su desarrollo. En estos 54 años de labor de Manos Unidas, millones de personas han cambiado sus condiciones de vida gracias a estos proyectos.

– El viernes fue el Día del Ayuno Voluntario y la colecta de las parroquias es para Manos Unidas.
– Si, todas nuestras aportaciones son muy necesarias. El día del Ayuno Voluntario es para recordar a tantos millones de personas que ayunan a diario por necesidad y privarnos de algo que nos apetezca y donar a Manos Unidas ese dinero, bien ese día, o en la colecta del fin de semana. Con lo que obtengamos de la colecta, financiaremos el proyecto “Mejora sanitaria en 11 comunidades en la República Dominicana”, que consiste en la puesta en marcha de talleres sobre salud comunitaria y manejo del agua; construcción de letrinas; rehabilitación de cien viviendas, cambiando suelo de tierra por cemento, y siembra de frutales. Este proyecto va a beneficiar directamente a 5.000 personas, y de manera indirecta, a 8.000.