6 de marzo de 2007
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Como pórtico a la celebración del Día del Seminario, el próximo sábado día 17, a las 11 de mañana en la parroquia de Ntra. Sra. del Pilar de Albacete, serán Ordenados Diáconos por nuestro Obispo, D. Ciriaco Benavente Mateos, los seminaristas de nuestra Diócesis Juan y Fernando. Juan Molina es natural de Peñas de San Pedro y está destinado en la parroquia del Pilar donde serán ordenados, y Fernando Munera es natural de Albacete y con destino en la parroquia de La Asunción de la ciudad.
Estamos todos invitados a acompañar con nuestra oración y presencia a estos dos jóvenes que se entregan con alegría al servicio de Dios y de los hermanos.
El lema del DÍA DEL SEMINARIO es “El Sacerdote, testigo del Amor de Dios”. Con motivo de esta jornada nuestro Obispo quiere compartir con nosotros preocupaciones y esperanzas.
Nos dice D. Ciriaco que “la preocupación nace de la escasez de vocaciones porque la falta de sacerdotes es la tristeza de cada Iglesia. Quiero compartir también esperanzas. Alienta mi esperanza, sobre todo, la promesa de Jesús de dar pastores a su pueblo y la esperanza en la oración.
Resulta muy esperanzador, ver ese ramillete de jóvenes seminaristas que, contra viento y marea, desafiando las múltiples seducciones de la sociedad del bienestar, están dispuestos a seguir a Jesús, entregando su vida al servicio del Evangelio y de sus hermanos. Son jóvenes normales, vienen de distintas procedencias.
A las familias os digo que propongáis metas altas a vuestros hijos, educadlos en la generosidad y la renuncia, sugeridles la posibilidad de ser sacerdotes.
Veo cómo a los jóvenes, por ser jóvenes lleváis en el corazón la semilla de la esperanza, os entusiasman los gestos generosos. Pero como me confiáis algunos, os asustan los compromisos definitivos. Os aseguro que el Señor no defrauda, que da el ciento por uno. Os habéis preguntado alguna vez, ahora que el futuro se os abre ante vuestros ojos, ¿por qué no ser sacerdotes?
Orad por el Seminario, para que quienes han sido llamados sean fieles a su vocación: para que la llamada del Señor encuentre eco en muchos jóvenes”.