2 de abril de 2006
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]ntre los cardenales nombrados por el Papa Benedicto XVI se encuentra el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, es chino y salesiano. En su visita a la Casa General de los Salesianos de Roma, el Superior Mayor D. Pascual Chávez lo presentó diciendo que su nombramiento era un reconocimiento por el ministerio episcopal realizado en la diócesis de Hong Kong y un regalo a la Congregación en este Centenario de la presencia Salesiana en China.
Por su parte el nuevo Cardenal empezó su presentación con unas palabras del Libro de Tobías: “Es bueno mantener oculto el secreto del rey, pero las obras de Dios, hay que revelarlas y publicarlas como es debido” que expresan la línea de acción que ha mantenido al frente de su diócesis. Haciendo referencia después a su historia personal, decía: Nací en una familia católica.
A mi padre que quería hacerse sacerdote, el misionero que lo bautizó le dijo que se casara y que enviara a su hijo al seminario. Describió detalles del compromiso de su padre para educarlo en la fe cristiana, de la pobreza que golpeó a su familia en los tiempos de la guerra, de la enfermedad de su padre, de su ingreso en el Colegio Salesiano.
Recordaba los días felices de aquellos años que las limitaciones de la guerra no pudieron impedir: “¡Había tanta alegría que parecía el paraíso! Se cantaba, se hacía teatro, ¡olvidándonos incluso del hambre!” Realizó sus estudios de teología en Turín: “La casa era pobre, pero teníamos santos entre nosotros D. Quadrio, D. Bertetto, grandes salesianos que nos dieron doctrina y ejemplo”.
De regreso a su patria, al cabo de unos años, fue llamado a enseñar filosofía y teología en los seminarios de China: “Fue un gran privilegio enseñar a los seminaristas, trabajando al servicio de la Iglesia Patriótica y colaborando en la creación de un puente entre ésta y al Iglesia Universal”. “Mi nombramiento como Cardenal es un honor concedido al pueblo y a la Iglesia china que con el tiempo y la paciencia ha mantenido la fe”.