2 de junio de 2006
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Con un repique solemne de campanas a la una del mediodía del lunes, 5 de junio, está previsto que comiencen los actos de la fiesta del Santo Cristo del Sahúco. Por la tarde la eucaristía de despedida del Santo Cristo en el Santuario del Sahúco será a las 5 de la tarde y una vez finalizada se dará paso a la procesión y posterior traslado de la imagen desde la aldea del Sahúco a Peñas de San Pedro.
Entre todos los devotos del Santo Cristo del Sahúco se distinguen entre el gentío los atuendos blancos y las fajas de colores de los “andarines”. Éstos son quienes trasladarán la imagen del Cristo del Sahúco en una carrera de catorce kilómetros, distancia que separa las parroquias de Peñas y El Sahúco.
Antes de la traída y de la llevada del Santo Cristo, tiene lugar en la iglesia la misa de despedida. A esta celebración es tradición que los andarines participen activamente, teniendo un lugar reservado en el templo para todos ellos. El santero y los mozos con más experiencia son los que encabezan la representación de los andarines y animan a las generaciones más jóvenes a participar activamente en la Eucaristía. Es tradición también que después de recibir la fortaleza de la comunión (el Cuerpo de Cristo) y ser bendecidos por toda la comunidad, se prepararen para la marcha.
La traída se celebra con una misa solemne y con un novenario. La vestimenta de los andarines se compone de zapatillas deportivas, sustitutas de aquellas de suela de esparto de tiempo atrás, pantalón blanco que sustituye a los antiguos “calzoncillos pulgueros”, y camisa blanca, sujetos por fajas multicolores (rojas, azules, negras,…) sobre las cuales se aprieta un gran cinturón de cuero que protegerá los riñones durante la carrera. Algunos andarines intercalan entre el cinturón y el cuerpo pequeños trozos de teja para evitar el “mal de ijá”. En la cabeza llevan pañuelos anudados para evitar que el sudor resbale sobre los ojos y la cara. Muchos de ellos llevan sujetos con el pañuelo tallitos de alhábega y otras hierbas olorosas.
Después que el Cristo es depositado en su caja en forma de cruz y alzado a hombros por la primera pareja nombrada por el santero. Se inicia la carrera entre aplausos de la multitud y los tradicionales vítores de ánimo a los andarines:
– ¡Viva el Santísimo Cristo del Sahúco!
– ¡Vivaaa!
– ¡Viva su Santísima Madre!
– ¡Vivaaa!
Y la voz del santero, grave y ronca: – ¡Palmas gandules!
Estos gritos y vítores también son dichos por los andarines a lo largo de la carrera para animarse y marcar el ritmo de la carrera. A lo largo de la marcha se producen tres paradas: el Pardalejo, la Rambla y el Puente La Solana. En cada una de ellas, señaladas por sencillas cruces, las gentes de los caseríos y pueblos cercanos se congregan para ver al Cristo y besar sus pies. Los andarines descansan y beben agua.
El Santo Cristo está previsto que llegue a Peñas antes de las 8 de la tarde y una vez recibido entre los aplausos de la multitud, la imagen es sacada de su caja y puesta en sus andas para llevarlo a la Iglesia Parroquial donde tendrá lugar el acto más importante, la eucaristía de bienvenida con un tono de acción de gracias.
El Santo Cristo del Sahuco permanece en las Peñas de San Pedro hasta la madrugada del 28 de agosto que volverá a hacer el mismo recorrido pero a la inversa, desde Peñas al Sahúco.
Certamen Solidario
Antes de esta celebración, el pueblo de Peñas de San Pedro ha organizado el I Certamen Solidario. Será el sábado 3 de junio a partir de las 17.30 horas en el Colegio Hermanos Rueda.
Las actividades programadas son juegos infantiles, montajes audiovisual, baile de manchegas de Peñas y concurso de karaoke. El objetivo es ayudar al misionero Julio Almansa a escolarizar a 80 niños en Abidjan (Costa de Marfil). El dinero se pretende recaudar por medio de un donativo de tres euros por la compra de un bocadillo y un refresco. Para este certamen solidario han participado todas tiendas, bares y fábricas de embutido del pueblo.