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15 de mayo de 2013

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En la tarde del lunes de Pentecostés. Una multitud, alegre espera en el templo y en la explanada de la iglesia del Sahúco el comienzo de la Eucaristía de despedida del Santo Cristo. Los andarines han llegado al Sahúco gracias al autobús que a partir de las tres del mediodía hace por tres veces el recorrido de Peñas al Santuario acercando a los mozos.

A las cinco de la tarde comienza la Eucaristía. Al finalizar, en el interior de la iglesia se inicia la procesión hacia la Cruz Chica. Primero el Cristo es sacado a hombros, después la imagen de la Dolorosa siguiendo pasos del Cristo para despedirle del trayecto que iniciará minutos más tarde hasta la iglesia de Peñas de San Pedro, donde una gran muchedumbre de fieles espera su llegada a la caída de la tarde. La procesión transcurre entre vítores constantes al Cristo y a su Madre.

Un buen observador distinguirá entre el gentío los atuendos blancos y las fajas de colores de los “andarines”, quienes trasladarán la imagen del Cristo en una carrera de catorce kilómetros desde su Santuario hasta las Peñas. En la Cruz Chica la Dolorosa despide a su Hijo con un abrazo entre aplausos y vivas. Después, el Cristo es depositado en su caja en forma de cruz y alzado a hombros por la primera pareja nombrada por el Santero. Se inicia la carrera entre aplausos de la multitud y los tradicionales vítores de ánimo a los andarines: “¡Viva el Santísimo Cristo del Sahúco!”

La carrera inicia su itinerario de unos catorce kilómetros que discurre en su totalidad por una sinuosa carretera de montaña, flaqueada a ambos lados por tierras de cultivo o monte con predominio de pinos entre los que se intercalan carrascas, matas rubias y otros arbustos en un entorno paisajístico de gran belleza. Paralela a la carrera, discurre el cauce seco de una rambla, que en otro tiempo fuera el camino de la carrera, haciendo el recorrido más penoso y peligroso, especialmente, si se desataba una tormenta como ya sucediera en alguna ocasión, llegando los mozos incluso sin calzado por la fuerza con que bajaba el agua.

En el transcurrir de esta marcha hay tres paradas oficiales: la Cruz del Pardalejo, La Rambla y el Puente de la Solana. En cada una de ellas los andarines descansan unos instantes, siendo obsequiados con bebidas refrescantes por la muchedumbre que se ha ido apiñando en el lugar con la esperanza de besar al Santo.

La llegada a Peñas se hará al filo de las ocho de la tarde. Aquí la multitud es mayor y esperan en la “Cruz del Santo” la llegada de los andarines con el Cristo. Suenan atronadores aplausos y vítores repetidos, después, un respetuoso silencio aguarda el momento en que el Cristo, una vez sacado de su caja y puesto sobre sus andas, recibe el cariñosos abrazo de su Madre, siendo saludado por las notas del Himno Nacional. Luego, lentamente, será transportado en procesión hasta la iglesia parroquial, donde se celebra una Solemne Eucaristía de Bienvenida.

Como en años anteriores los visitantes y peregrinos pueden encontrar abierto el amplio centro parroquial situado en la calle Hermanos Rueda, donde se ha ubicado el lugar de las ofrendas y promesas del Cristo.

ACTOS PROGRAMADOS

Lunes, 20 mayo:

  • Una del mediodía: Tradicional Repique Solemne de Campanas en Honor del Santo Cristo del Sahúco 
  • Tres de la tarde: Salida del primer autobús de andarines para El Sahúco 
  • Cinco de la tarde: Misa de Despedida en el Santuario del Cristo del Sahúco, con bendición y entrega de medallas a los andarines. A continuación, procesión hasta la Cruz Chica donde la imagen será introducida en su caja para ser transportada corriendo por los andarines los catorce kilómetros. 
  • Ocho tarde aproximadamente: Llegada del Cristo a Peñas. A continuación procesión hasta la Iglesia parroquial donde se celebrará la Misa de Bienvenida.

 

Martes, 21 mayo:

  • 9,30 mañana: Comienza el Novenario en Honor del Santo Cristo. Subida al Camarín de la Imagen.
  

  Se pide que los andarines del Cristo del Sahúco sigan la tradición

La vestimenta de los andarines se compone de zapatillas deportivas, sustitutas de aquellas de suela de esparto de tiempo atrás, pantalón blanco que sustituye a los antiguos “calzoncillos pulgueros”, y camisa blanca, sujetos por fajas multicolores (rojas, azules, negras,…) sobre las cuales se aprieta un gran cinturón de cuero que protegerá los riñones durante la carrera. Algunos andarines intercalan entre el cinturón y el cuerpo pequeños trozos de teja para evitar el “mal de ijá”. En la cabeza llevan pañuelos anudados para evitar que el sudor resbale sobre los ojos y la cara. Muchos de ellos llevan sujetos con el pañuelo tallitos de alhábega y otras hierbas olorosas.

Después que el Cristo es depositado en su caja en forma de cruz y alzado a hombros por la primera pareja nombrada por el santero. Se inicia la carrera entre aplausos de la multitud y los tradicionales vítores de ánimo a los andarines:

¡Viva el Santísimo Cristo del Sahúco!
¡Vivaaa!
¡Viva su Santísima Madre!
¡Vivaaa!

Y la voz del santero, grave y ronca:
¡Palmas gandules!

Estos gritos y vítores también son dichos por los andarines a lo largo de la carrera para animarse y marcar el ritmo de la carrera. En los años mil novecientos sesenta y setenta se utilizaban mucho las expresiones ¡siga el Santo! y ¡adelante el Santo!.

A lo largo de la marcha se producen tres paradas: el Pardalejo, la Rambla y el Puente La Solana. En cada una de ellas, señaladas por sencillas cruces, las gentes de los caseríos y pueblos cercanos se congregan para ver al Cristo y besar sus pies. Los andarines descansan y beben agua.

La figura del “santero” destaca por su importancia entre todos los andarines. Tiene la misión de ordenar, vigilar y dirigir la carrera hasta llegar a su destino. El santero enumerará las parejas, esto es, el grupo de cuatro andarines de cada relevo, y ordenará las “uncías” (relevos) en el trascurso de la marcha y dará, si es posible, solución a cualquier problema que surja. El santero y el párroco o el delegado designado para ello son los que organizan el buen funcionamiento tanto de la traída como de la llevada del Cristo. El santero es un representante del párroco y a éste último le corresponde la designación del siguiente santero.

Los agentes de la autoridad y los colaboradores del Ayuntamiento se encargan de la buena marcha de la Romería, de los asuntos administrativos y civiles. Sus indicaciones deben ser respetadas y seguidas en todo momento.

Desde muy antiguo, han participado caballos en la traída y llevada del Santo Cristo. Las motos, coches u otros vehículos similares nunca deben acompañar al Santo Cristo, y menos sin permiso de la parroquia y autoridades del orden.

Detrás de los andarines, va un autobús que hace las funciones de coche escoba. A él se puede acudir en cualquier momento en caso de alguna necesidad.

ANDARÍN, NO SIGUES LA TRADICIÓN SI…

  • Llevas pantalones cortos o camiseta de tirantes, hasta el ombligo…
  • Pantalones o camisetas de color distinto al blanco
  • Vas por delante del Cristo durante la carrera y entras antes que él en la llegada
  • Utilizas moto, coche, u otro vehículo para hacer la carrera
  • Si molestas a otros andarines tanto por tu comportamiento como por tus modos al hablar o actuar
  • Si blasfemas e insultas

ANDARÍN, SIGUES LA TRADICIÓN SI…

  • Sigues las indicaciones del santero y del delegado parroquial
  • Participas en la misa de despedida y en los actos religiosos en honor del Santo Cristo
  • Ayudas y animas a los compañeros en apuros
  • Guardas tu puesto en la carrera y das el relevo a su debido tiempo
  • Corres sereno y en condiciones normales
  • Vives con fe la celebración