10 de diciembre de 2017
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]milio de la Fuente de la Fuente es el sacerdote responsable del Servicio Bíblico de la Diócesis de Cuenca. Aprovechamos el Curso de Animadores Bíblicos del Proyecto de Lectura Creyente de la Biblia que ha impartido en Albacete para hablar con él.
– ¿Qué importancia debe tener la Palabra de Dios en la vida de un cristiano?
¡Una importancia única! Tanta como la que se le da a la Eucaristía, puesto que el Concilio Vaticano II nos invitaba, en la constitución dogmática Dei Verbum, a convertir la Palabra de Dios en el alimento de toda la vida cristiana. Entre otras afirmaciones que nos da el Concilio para corroborar esta importancia están estas que siguen: “en los sagrados libros el Padre que está en los cielos se dirige con amor a sus hijos y habla con ellos; y es tanta la eficacia que radica en la palabra de Dios, que es, en verdad, apoyo y vigor de la Iglesia, y fortaleza de la fe para sus hijos, alimento del alma, fuente pura y perenne de la vida espiritual” (DV 21); “el Concilio exhorta con vehemencia a todos los cristianos a que aprendan «el sublime conocimiento de Jesucristo», con la lectura frecuente de las divinas Escrituras. «Porque el desconocimiento de las Escrituras es desconocimiento de Cristo» (DV 25) … Dios, por medio de su Palabra, va acompañando nuestro crecimiento como personas y como creyentes, va logrando moldear en cada uno de nosotros la imagen de su Hijo, Palabra de Dios hecha carne en Jesús de Nazaret.
– Una forma de acercarnos a la Palabra es mediante el proyecto de lectura creyente, ¿en qué consiste este método?
Este método es el que el mismo que recomienda el nº 25 de la Dei Verbum al decir que “debe acompañar la oración a la lectura de la Sagrada Escritura para que se entable diálogo entre Dios y el hombre; porque «a Él hablamos cuando oramos, y a Él oímos cuando leemos las palabras divinas”. Este es precisamente uno de los objetivos principales que persigue el proyecto de lectura creyente de la Biblia: promover la lectura comunitaria de la Palabra de Dios en clave de oración y orientada a la conversión.
La propuesta concreta consiste en la lectura de un libro de la Biblia a lo largo de un curso. En esta lectura se combinan dos elementos:
+ Lectura continuada, que nos ayuda a no perder el hilo del relato. Se trata de la lectura de un libro guiada por unas preguntas sencillas que invitan a leer el texto con atención.
+ Lectio divina, que nos permite dedicar la mayor parte del tiempo de cada encuentro a leer, meditar y orar juntos un pasaje concreto de la sección que hemos trabajado en la lectura continuada.
– ¿Por qué en este segundo año de la Misión Diocesana nos proponéis leer el libro de los Hechos de los Apóstoles?
Tiene una lógica muy clara. En el primer año de la Misión Diocesana se buscaba convertirnos en discípulos de Jesús y para ello la lectura del evangelio de Marcos venía como anillo al dedo, ya que nos invita a convertirnos en seguidores de Jesús al tiempo que nos va desvelando su auténtico rostro. Quien se ha encontrado con Jesús y se ha convertido en su discípulo, vive esa fe en comunidad y trata de compartirla con otros. El libro de los Hechos subraya esta dimensión comunitaria de la fe y empuja a salir y anunciar la Buena Noticia de Jesús el Mesías e Hijo de Dios impulsados por la fuerza del Espíritu.
– Muchas veces nos cuesta dar nuestro testimonio, y si es en público mucho más. ¿Cómo nos puede ayudar la lectura continuada de este libro a vencer esos miedos y dificultades?
Uno de los temas más importantes que ilumina este libro es precisamente el del testimonio. Uno de los primeros episodios que narra Hechos es el de la elección del sustituto de Judas y el requisito que se busca en el candidato es que haya conocido a Jesús desde el principio de su ministerio para poder ser testigo. El avance del Evangelio desde Jerusalén hasta los confines de la tierra pasando por Samaría es gracias al testimonio valiente de los que conocen a Jesús y se dejan mover por la fuerza del Espíritu de Dios. La lectura de este libro, por tanto, nos permite descubrir que la primera misión no estuvo exenta de dificultades, pero fue posible gracias a la vivencia comunitaria de la fe y a la confianza en el Espíritu, que es, a fin de cuentas, el que realmente ayuda a vencer dificultades y superar miedos.
– ¿Nos puedes contar algún testimonio de lo que alguien ha descubierto después de participar en este Proyecto?
Una de las cosas que la gente que participa en este proyecto descubre es la frescura y novedad del Dios que se nos revela en las Escrituras. También quien participa en este proyecto se va enriquecido por lo que le aportan los otros miembros del grupo, en cuya compañía es más fácil vivir la fe que comparten. Finalmente, destacaría que muchas personas que participan en estos grupos terminan por descubrir su llamada o vocación: recuerdo a personas que se han comprometido en sus comunidades y en sus diócesis en alguna tarea o servicio (diáconos permanentes, sacerdotes, ministros de la Palabra…) a raíz de su participación en estos grupos.