28 de febrero de 2015
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Es desde el año 1959 un día señalado en el calendario, dados los numerosos motivos para dedicar una Jornada a la Iglesia en América. La celebración de este día nos brinda, además, la oportunidad de recordar la gran labor misionera que vienen realizando nuestros sacerdotes y laicos. Todos ellos partieron de nuestra tierra con el mejor de sus propósitos, siguiendo la llamada de Cristo. ¿Qué podemos hacer nosotros en este día?, Rezar mucho por nuestros misioneros lo primero, y por toda la gente a la que ayudan, y además, colaborar económicamente, en la medida de nuestras posibilidades, en todos sus proyectos.
Inspirándose en el capítulo V de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium que el santo padre Francisco ha propuesto para invitar «a una nueva etapa evangelizadora, se ha escogido para este Día de Hispanoamérica el lema «Evangelizadores con la fuerza del Espíritu».
En efecto, es en Pentecostés cuando los Apóstoles, con la fuerza del Espíritu, salen de sí mismos y se convierten en evangelizadores. Ellos, que hasta ese momento habían estado oprimidos por el miedo y el temor, manifiestan con alegría y audacia su fe en Cristo resucitado. Esta transformación es fruto de esa fuerza del Espíritu, que «renueva, sacude e impulsa a la Iglesia en una salida fuera de sí para evangelizar a todos los pueblos» (EG, 261).
El origen y la causa por la que los misioneros son enviados a cooperar con otras Iglesias más necesitadas está en la iniciativa divina, que les ha llamado a estar con Él y a anunciar el Reino (cf. Mc 3, 14-15); es Dios quien les da esta vocación que transforma su vida. Desde la primera evangelización del continente, miles de misioneros y misioneras han llegado a América, especialmente desde España. Estas personas son conscientes de su vocación divina: «Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo» (EG, 273).
La respuesta a tal llamada implica en cada caso un largo y muchas veces arduo camino, dejar su casa, su gente, incorporarse a otra vida totalmente distinta… Por ello en este Día de Hispanoamérica debemos rezar mucho por ellos, que nuestro aliento y apoyo les llegue, para seguir llevando la alegría a todos los rincones de América, porque son casi 140 los misioneros de Albacete, y de ellos, 49 están o han estado en América. Es una alegría.
#TenemosUnaMisión.