19 de enero de 2017
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El próximo 22 de enero se celebra la Jornada de Infancia Misionera. Esta iniciativa del Papa implica activamente a los niños en la Misión de la Iglesia: por un lado, les enseña a ser misioneros y a mirar más allá de su realidad cotidiana, y por otro lado -como fruto de esta formación- se financian proyectos de ayuda a la infancia en los Territorios de Misión.
Sígueme
Al contemplar el rostro y sentir la ternura de la mirada de Jesús, los niños escuchan con atención la invitación a ser el mejor de sus amigos. Se trata de que los pequeños oigan esta invitación y respondan con prontitud.
Es la tercera etapa del recorrido misionero propuesto para los años 2015-2018. Tras descubrir la Buena Noticia de que todos somos hijos de Dios, con el lema “Yo soy uno de ellos” (2015), se inició a los niños en la necesidad de agradecer todo lo que están recibiendo, con la expresión “Gracias” (2016). En este tercer tramo, Jesús llama a seguirle, a asumir un estilo de vida conforme a su ejemplo. Infancia Misionera se convierte así en una escuela de aprendizaje para los niños.
En el cartel de este año puede verse una escalera con los peldaños que marcan las letras de la palabra “Sígueme”. La subida es laboriosa, como se refleja en el rostro de los niños que están escalando. Para llegar a la meta hay que esforzarse y ascender poco a poco. Aunque ese esfuerzo es individual, el recorrido se hace en compañía de los demás niños del mundo.
Los niños que suben representan a los chicos y chicas de Infancia Misionera, un servicio de la Iglesia que les ayuda a descubrir que ellos pueden ser también misioneros. Con la mochila de sus vidas al hombro dibujan la bella imagen de quienes se han puesto en camino siguiendo a Jesús.