28 de octubre de 2018
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]D[/fusion_dropcap]. Ángel Fernández Collado es el Obispo electo de Albacete. El 17 de noviembre, a las 11 de la mañana, en la Catedral, tomará posesión como nuevo Obispo de Albacete. Para conocer mejor al próximo pastor de la Diócesis Albaceteña nos hemos acercado a varias personas muy próximas a Monseñor Collado.
“Desde mis años de seminarista, siempre he admirado en D. Ángel su bondad, humildad, cercanía y afabilidad. Virtudes que, en el trato y colaboración con él, son confirmadas y enriquecidas por su gran capacidad de trabajo y de integración de todos, por su gran amor a la Iglesia, a los sacerdotes y a los seminaristas. Creo que el Señor le ha concedido lo que pidió el día de su consagración episcopal: ser “un Obispo con corazón”. Juan Félix Gallego, rector del Seminario Menor de Toledo.
“Para mí, D. Ángel es un referente por el amor a su madre. He aprendido de él a querer mucho más a mi madre, por todo el ejemplo y dedicación de él a la suya. Es un hombre muy cariñoso y con mucha paciencia y siempre tiene una palabra de agradecimiento para y los demás”. Purificación Ferrer, amiga de su madre.
“Treinta y cinco años con D. Ángel son un regalo de Dios. Amigo y hermano, compartiendo penas y alegrías mutuas y, también experiencias espirituales que cambiaron nuestra vida. A nuestro lado cuando lo hemos necesitado; cariñoso, entrañable y paciente con nuestros hijos (ahora con los nietos). Disfrutando de aficiones comunes: música, arte, historia… Ante todo, sacerdote que nos ha enseñado, con su testimonio, a querer a la Iglesia como madre y maestra, a vivir el Evangelio con confianza, entrega y disponibilidad y a amar a María”. Sagra y Nando, matrimonio.
“D. Ángel es, sobre todo, una persona cercana, sencilla y humilde que, por encima de cargos y responsabilidades, siempre nos ha transmitido la certeza de que, a través de él, el Señor nos estaba acompañando, animando y escuchando…; un pastor que ha atendido, cuidado y, sobre todo, querido a sus ovejas. Ha sido un sacerdote que ha apoyado siempre la importancia de la vivencia de la fe en grupos de parroquia configurados en torno a la Acción Católica, dando también un valor sobresaliente a la pastoral juvenil. D. Ángel nos ha transmitido, ante todo, la bondad que viene de Dios. Por todo ello, ¡gracias, hermano!”. Fran Ramírez, responsable de jóvenes de Acción Católica General.
“D. Ángel es un hombre que he conocido toda la vida. Primero por ser vecino de mi pueblo, Los Cerralbos, y, después, por formar parte de su familia. Si tuviera que destacar algo de D. Ángel, es su capacidad para escuchar a los demás, su humildad y discreción y, sobre todo, el amor con que realiza todas sus acciones. Para nosotros es un ejemplo y un espejo en el que mirarnos”. Milagros Agüero, cuñada.
“D. Ángel es un pastor humilde, entregado y abierto a la esperanza. Cuando fue Vicario General y después Obispo Auxiliar, pudimos compartir muchos momentos de gozo y de dificultad. Siempre abierto a colaborar y acompañar la pastoral juvenil, siendo consciente de la importancia de caminar al lado de jóvenes y de acompañar a los que les acompañan”. Raúl Tinajero, director del Departamento de Juventud de la CEE.
“El Señor nos ha unido durante toda la juventud, en el Seminario Menor y Mayor, hasta ser ordenados sacerdotes los dos únicos del curso. Después, estudios juntos en Roma, las mismas materias, los mismos destinos, Seminario y Archivos. La amistad, que se fue acrecentando, se consolidó definitivamente cuando las familias no solo se conocieron sino que cada uno era uno más de la familia del otro. Una sola familia. Una amistad en la que nos han llamado hermanos y gemelos y que ha estado basada no solamente en la hermandad sacerdotal sino, también en el respeto, la libertad, la lealtad y la disponibilidad del uno al otro. Nunca cerrada, sino abierta y fundamentada en el cariño sincero. Tengo que dar muchas, muchas gracias a Dios porque Él nos puso en el camino del encuentro; un camino en el que Cristo y María nos han ido acompañando y estoy seguro de que ahora, en la distancia, esta amistad se mantendrá y se afianzará en el Señor”. Juan Pedro Sánchez, canónigo mozárabe.
“Son ya 15 años desde que conocí a D. Ángel cuando era mi profesor de Historia de la Iglesia en el Seminario de Toledo. Al ser ordenado sacerdote, ya hace 8 años, me acogió en la Vicaria General como auxiliar de la misma y, desde que fue nombrado Obispo, su secretario particular. En estos años, sólo puedo decir que es más que mi Obispo, más que un amigo, es uno de mi familia. Así el me lo ha hecho entender: “Tú, Josemi, eres uno más en mi familia”. Es Obispo cercano que se preocupa mucho de los problemas de los demás, sobre todo, de los sacerdotes. Humilde, cariñoso, buen pastor que, cuando tiene que corregir, sabe hacerlo con un amor paternal. Sólo podría decir de D. Ángel que es un sacerdote-obispo con corazón. Él me ha enseñado a saber entregar- me a los demás sin reserva. Tendremos en ésta, nuestra diócesis de Albacete, pues ya me considero algo vuestro, un Obispo con corazón de Dios”. José Miguel Fernández, secretario particular.