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30 de junio de 2009

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Ferrán Lluch, presidente de la Comisión de Medio Ambiente y Ecología Humana del Arzobispado de Valencia, estuvo en Albacete para dar una charla a los sacerdotes; hoy nos invita a sentirnos ministros de la Creación, porque la Ecología tiene que ver y mucho con los cristianos, como creyentes en un Dios creador. Hay razones teológicas y morales porque “todo lo que yo haga en esta Tierra, afecta a mi hermano”.

En la sociedad nos encontramos con que hay personas que se cuelgan la etiqueta de “bio”, de “verde”, de “eco” … , pero hay gente convencida que viven en una casa que se llama Tierra, y que como casa que es de todos hay que cuidarla.

Nos explica Ferrán Lluch, que el Medio Ambiente no sólo son los pajaritos, las flores… Es algo mucho más vital que todo eso que disfrutamos a nivel personal: Tiene que ver con la pobreza, con la paz, con las personas que viven en la Tierra, con la especie que mejor hay que conservar: el ser humano.

Más de cien documentos del Magisterio de la Iglesia tiene recopilados Ferrán Lluch sobre la cuestión ecológica, procedentes muchos de ellos del Antiguo Testamento y muchos Salmos que nos hablan de la Creación, en clave de acción de gracias, de admiración.

La Iglesia ha hablado siempre de este tema a lo largo de su historia, y de las responsabilidades que tenemos todos en ello, especialmente los cristianos, como creyentes en un Dios creador.

De entre todos esos documentos, Ferrán Lluch tiene especial afecto al Mensaje de la Jornada Mundial de la Paz del año 90, por su sencillez y claridad: Es un mensaje de apenas diez páginas, fácil de leer y de comprender, que nos expone qué tiene que ver la ecología con los cristianos.

Desde la perspectiva de la Paz con Dios Creador, la Paz con la Creación, se aborda en este documento que la cuestión ecológica, la paz y la pobreza, son como tres patas de un trípode que si una no se sostiene, fallan las otras dos: Si hay degradación ambiental hay conflictos sociales y por supuesto, hay pobreza; y al mismo tiempo, si hay pobreza, hay degradación ambiental y hay conflictos armados. Las tres cosas van ligadas: Detenerse en una de ellas sin tener en cuenta las otras dos, es quedarse muy cortos.

Ecología es darse cuenta que todo se relaciona: Las relaciones que hay entre la vida y las otras vidas, la vida de las personas, animales, plantas, y también con lo no vivo.

Es tomar conciencia de que todo lo que yo haga en esta Tierra, afecta a mi hermano, no sólo se queda en mi distrito, en mi entorno. Por ejemplo, que yo extraiga más agua de un pozo afecta a mi hermano, que quizá tenga menos agua que yo.

Ferrán Lluch nos dice que cada uno estamos llamados a hacer un buen uso de la Creación: Esas pequeñas cosas que hacemos en casa, de ahorrar energía, de ir al trabajo en transporte público cogiendo menos el coche, no ensuciando ni contaminando el campo con desperdicios… simplemente con pequeñas cosas hacemos mucho: “Es cosa de todos y todos tenemos que hacer algo”. Se trata de hacer, formarse y de obrar como las amas de casa, que son las mejores ecologistas que hay, pues saben hacer una buena gestión de los recursos que tenemos (el consumo de agua, la luz…).