Este domingo, 22 de junio de 2014, celebramos la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, más conocida como la festividad del Corpus Christi. Día de la Caridad, en el que las colectas de las parroquias van destinadas a Cáritas. Es una fiesta muy arraigada en el pueblo cristiano y vivida con bellísimas tradiciones y expresiones de fe, de manera especial en varios municipios de la Diócesis de Albacete, que han hecho de esta fiesta un día grande en sus localidades, como Elche de la Sierra y Hellín, con la elaboración de las famosas alfombras de serrín que engalanan las calles por donde discurrirá la Custodia bajo palio en procesión, y de flores y hojas, como es el  caso de Bogarra.

En todas las poblaciones de la diócesis, por donde pasa la procesión con la Custodia, acompañada de los niños de la Primera Comunión, son montados pequeños altares y las fachadas de muchas casas son adornadas con preciosas colchas y mantos, como manifestaciones de devoción y agradecimiento al don de la Eucaristía, sacramento del Amor, centro y culmen de la vida cristiana, en esta fiesta en la que esencialmente celebramos y proclamamos la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía, el Alimento para la Vida y Vida para el mundo.

En Elche de la Sierra, la fiesta del Corpus Christi está Declarada de Interés Turístico Nacional, y este año de 2014 se cumple el 50 aniversario de sus tradicionales Alfombras de Serrín, que vestirán de color veintisiete tramos de calles y tres plazas por donde discurrirá la procesión. En Hellín, esta fiesta está declarada de Interés Turístico Regional.

Tanto en Elche de la Sierra, como en Hellín, Bogarra y en otras localidades como Ayna, esta tradición es vivida con la alegría de la participación de todos los vecinos, especialmente desde las 12 de la noche de la madrugada del sábado al domingo del Corpus Christi. Una participación sin la que no sería posible la confección de estas alfombras con distintos motivos artísticos y religiosos que aluden al día del Corpus y que traen el amanecer más bello para estas poblaciones, sobre todo en Bogarra, con la fragancia y vistosidad de los pétalos y las hojas.

Aunque al cabo de unas horas estas expresiones artísticas quedan desdibujadas por el paso de la procesión, no importa: habrán cumplido con creces su finalidad.