8 de julio de 2009
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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]l día cinco de julio se celebró en el Santuario de Ntra. Sra de Belén de Almansa, la tercera convivencia de inmigrantes católicos de Almansa. Participaron alrededor de noventa personas con niños y jóvenes incluidos. Pertenecían a los siguientes países: Colombia, Ecuador, Bolivia, Honduras, Paraguay, una chica rumana y un chico marroquí.
El ambiente fue realmente hermoso y de hermandad y sobre todo muy familiar. Empezamos a las 14 horas con la comida en común, degustando platos típicos de los distintos países y una larga sobremesa en torno a los postres y al café. Se vendieron flores de papel y banderitas de los distintos países para sacar fondos y adquirir la sagrada imagen del Divino Niño, que será entronizado en la Parroquia de Ntra. Sra. de La Asunción de Almansa.
Después tuvimos un profundo coloquio sobre los objetivos del próximo curso:
- Alimentar la fe.
- Coordinar y realizar un seguimiento del trabajo en los domicilios por parte de las mismas trabajadores.
- Programar una serie de actividades que ayuden a comprender la realidad social y laboral de donde viven.
Durante el mes de septiembre un representante de cada país se reunirá con los sacerdotes de la parroquia para ultimar la programación pastoral.
A las 19 horas se participó en la Eucaristía del domingo en el Santuario, presidida por un sacerdote colombiano, el padre Jesús Antonio Escorcia. Un representante de cada país realizó una ofrenda típica. Fue una Misa muy participativa y de mucho colorido. A la salida de la Iglesia se realizaron algunos bailes típicos de sus respectivos países
Finalmente los presidentes de las sociedades de la Virgen de Belén y de los Pastores ofrecieron sus instalaciones como señal de acogida y presentaron sus sociedades como instituciones de integración en la comunidad local: once hispanos se inscribieron en la sociedad de los Pastores de la Santísima Virgen de Belén.
Para muchos el ambiente era tan acogedor y festivo que continuaron en los llanos de Alpera festejándolo y celebrándolo.