19 de mayo de 2011
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COMUNICADO DEL VICARIATO APOSTÓLICO DE PETÉN
No te dejes vencer por el mal; vence el mal con el bien (Rom. 12,21)
A los fieles católicos del vicariato apostólico de Petén
A las autoridades Nacionales y Departamentales
A los hombres y mujeres de buena voluntad de Petén
Ante los constantes hechos de violencia que acechan a nuestro querido Petén, causando muerte y dolor, la Iglesia Católica de Petén no puede quedarse ni indiferente ni callada. Más bien, se siente llamada a hacer sentir su voz e intervenir con sentido de responsabilidad.
Manifestamos nuestro profundo horror y rechazo, indignación y vergüenza por la masacre de 27 personas en la finca Los Cocos, del Municipio de La Libertad, como última y bárbara expresión de una situación generalizada de violencia e inseguridad.
Compartimos el sufrimiento y las lágrimas de los familiares de las víctimas, a los cuales hacemos llegar nuestra participación y cercanía, y nuestra oración fraterna.
Como creyentes y discípulos del Dios de la Vida, reafirmamos nuestra determinación decidida y perseverante a favor de la vida, de la dignificación de todos los seres humanos y del bien común del pueblo petenero.
Es por ello que en estos momentos de incertidumbre y de desconcierto, de zozobra y de miedo queremos animar a la esperanza y al compromiso.
Y a la luz de nuestra fe cristiana y del sentido común pedimos:
1. Que las autoridades investiguen exhaustivamente los hechos para llegar a la captura y la aplicación de la justicia para los responsables. Así mismo pedimos que el estado de sitio –ratificado por el congreso- se aplique correctamente, en el marco de la ley. También solicitamos que la oficina en Guatemala de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los derechos humanos pueda monitorear dicho estado de sitio, como ya lo hizo en Alta Verapaz.
2. Que ante esta problemática tan compleja y con tantos actores y causas, no se busquen soluciones inmediatistas o populistas (por ejemplo: militarización, pena de muerte… como han dicho algunos políticos), sino que se toquen las raíces estructurales y profundas que tienen a Petén y su pueblo en esta situación tan difícil. La ilegalidad y la impunidad, la corrupción y la politiquería, el crimen organizado y el narcotráfico, la violencia enraizada en la historia de nuestro pueblo son los problemas reales que hay que enfrentar, buscando soluciones de fondo y permanentes, por la vía del diálogo constructivo y la participación ciudadana. Y estas situaciones quisiéramos verlas reflejadas en las propuestas y programas de los distintos partidos políticos, de cara a las próximas elecciones.
3. Que la población petenera viva estos momentos de profunda crisis con la mayor cordura, serenidad y responsabilidad posibles. Es necesaria la unión de todos y las colaboración con las fuerzas de orden público, así como la denuncia de cualquier abuso.
4. Que los autores intelectuales y materiales de esta horrenda masacre y de todas las violencias y las muertes diarias que provocan tanto sufrimiento a nuestro pueblo, cesen de matar y busquen y vuelvan a encontrar la imagen de Dios que tienen grabada en su corazón, y que lleguen al arrepentimiento y a la conversión, recordando el mandamiento que Dios ha dado una vez y que vale para siempre: ¡No matarás!
Con la fe puesta en la victoria de Cristo Resucitado sobre el pecado y la muerte, que estamos celebrando en este tiempo pascual, animamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad de Petén a seguir sembrando en nuestras familias y comunidades las semillas diarias del amor y del diálogo, del perdón y de la solidaridad, con la esperanza cierta de que el mal se vence con el bien y que el bien triunfará sobre el mal, dando como fruto una nueva sociedad en fraternidad, justicia y paz.
Como signo de repudio contra el mal y de la esperanza en la victoria del bien, proponemos poner un lazo o un listón o una moña de color blanco en su persona o en su carro o en la ventana de su casa.
Invitamos en especial a los fieles católicos a hacer una “campaña de oración por la paz en Petén” en este mes de mayo, con las tradicionales devociones y súplicas a la Virgen María y con la oración en familia, superando toda tentación al miedo y al aislamiento, y manteniéndonos unidos y firmes en la vivencia y el compromiso de la fe.
FRATERNALMENTE
Mario Friandri, Obispo
Participantes en la asamblea de formación del Vicariato Apostólico de Petén.
Ciudad de Flores, Petén, 18 de mayo del 2011