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9 de febrero de 2007

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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]E[/fusion_dropcap]l lunes 12 de febrero tendrá lugar, a las 19:00, una charla-oración, en los salones de la parroquia de S. José, coordinada por la ACAT.

ACAT (Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura) es una asociación ecuménica que reúne cristianos de todas las confesiones, para luchar por la abolición de la tortura y de la pena capital.

Los cristianos nos comprometemos a luchar por un mundo sin tortura, porque esta práctica es incompatible con la dignidad humana. Es en el Evangelio donde encontramos nuestra fuerza para actuar.

En 1974, dos mujeres protestantes, Hélène Engel y Edith du Tertre, impresionadas por los relatos de las torturas en la guerra del Vietnam, deciden sensibilizar a las Iglesias cristianas ante el escándalo de la tortura. Indignadas por el silencio de los cristianos, forman un grupo ecuménico con el fin de alertar a todas las Iglesias. Su proyecto encuentra una acogida favorable: ¡Ya era hora que se pusieran los cristianos!, se decía desde Amnistía Internacional. También el Consejo Ecuménico de las Iglesias y otras organizaciones en Francia, habían empezado a preocuparse por el aumento de la tortura en muchos países; se hablaba entonces de una epidemia de tortura.

El 16 de junio de 1974, unas cuarenta personas se reunieron en Versalles y fundaron ACAT. Legalmente, ACAT es una institución, pero sobre todo es un movimiento de protesta y denuncia contra el poder torturador. ACAT hace un llamamiento a las personas que sientan suya esta causa, para trabajar juntas en una labor atrevida, comprometiéndose, día a día, en el intento de poner fin al escándalo de la tortura.

ACAT nace en el Estado español en 1987 y es una institución reconocida legalmente. Entre los objetivos está:

– sensibilizar e informar a las comunidades cristianas y los medios de comunicación

– reflexionar sobre las causas de la tortura

– intervenir mediante cartas y faxes ante los gobiernos que practican la tortura y aplican la pena de muerte

– prevenir y vigilar en el propio país

– educar en los derechos humanos

– la plegaria es el fundamento de nuestra acción.