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4 de enero de 2008

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[fusion_dropcap color="var(--awb-color2)" class="fusion-content-tb-dropcap"]L[/fusion_dropcap]a pobreza desencadena en demasiadas ocasiones soledad, y esta, a su vez, lleva a la tristeza, acompañada de depresiones por angustia e inseguridad, a veces adicciones y, en el peor de los casos, origina un grave deterioro mental. Lo saben los voluntarios de Cáritas que día a día trabajan con personas en situación de pobreza, como las personas que pasan a diario por el Centro de Atención Integral de personas Sin Hogar o por las Cáritas de nuestras parroquias. Se ha podido constatar que muchas de las personas con problemas de salud que se atienden tienen su raíz en las desigualdades sociales y económicas. Hay situaciones como la desesperación y el aislamiento que llevan a las personas a enfermar.

Por ello, Cáritas, estas Navidades ha estado sensibilizando a través de la Campaña Derecho a la Salud sobre la existencia de colectivos que presentan mayores factores de riesgo de salud. Son aquellos grupos más vulnerables que presentan una situación de exclusión social en mayor grado o menor grado, dependiendo del género, la edad, la etnia, la clase social, el área geográfica, situación laboral, nivel de educación, etc.

Cáritas realiza unas propuestas para que la promoción de la salud sea verdaderamente el vehículo esencial para el desarrollo económico y social y ayude a evitar las desigualdades en salud.

  • Priorizar la educación para la salud frente a la atención asistencial.
  • Reflexionar y promover acciones encaminadas a generara unas relaciones humanas más saludables que prioricen el desarrollo de redes sociales y fomenten el acompañamiento a las personas, colectivos sociales, reforzando todo lo comunitario.
  • Promocionar políticas de salud públicas que inviertan en prevención y formación sanitaria de la población más desfavorecida.
  • La reivindicación de servicios comunitarios para personas con problemas de salud mental.
  • Mejora de los servicios sociales y sanitarios dirigidos a atender a las personas en situación de dependencia (niños, ancianos, enfermos crónicos, discapacitados físicos y psíquicos) de los colectivos más desfavorecidos.